Una de 32.000

Una de 32.000

Se trata de ser un grano de arena más que contribuya a hacer la montaña, de ser el copo de nieve que en solitario nunca tiraría la rama pero que con ayuda de los otros copos puede acabar derrumbando el árbol.

Iba a ser una marea rosa la que este domingo teñiría las calles del centro de Madrid, pero la lluvia que inundó los suelos de la capital convirtió la marea en multicolor. Verde, rosa, amarillo, azul, rojo... los colores de paraguas y chubasqueros quitaron protagonismo a la camiseta oficial e hicieron que la 13ª edición de la Carrera de la Mujer de Madrid fuese un evento arcoíris.

El tono, en cualquier caso, era secundario. El objetivo era llenar las calles de mujeres unidas por un fin común y se logró. No hubo pereza, ni lluvia, ni frío, ni viento, ni nada que achantase a las 32.000 protagonistas de esta jornada -más los hombres que han acudido a animar y apoyar la causa- que tiene el curioso récord de ser el evento deportivo femenino más multitudinario de Europa. Sin olvidar que se trata de una cita destinada a recaudar fondos para la investigación en la lucha contra el cáncer de mama y contribuir a la concienciación sobre esta enfermedad.

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Yo fui una de esas a las que le sonó el despertador a las 7 en punto y que al desperezarse descubrió el chaparrón. Daban ganas de quedarse en la cama, pero había quedado con otras 31.999 mujeres -incluidas tres compañeras de trabajo, más una allegada- a las que tampoco frenó la lluvia.

Porque aquí no se trata de llegar las primeras, ni de hacer el mejor tiempo, ni siquiera de correr. Se trata de ser un grano de arena más que contribuya a hacer la montaña, de ser el copo de nieve que en solitario nunca tiraría la rama del pino pero que con ayuda de los otros copos puede acabar derrumbando el árbol. Los 10 euros de la inscripción no son nada, pero suman en una causa que hasta este año ha recaudado 670.000 euros. Este año la recaudación ha llegado a los 100.000 euros.

Esos 10 euros suman desde el momento en que te inscribes y no restan si decides rajarte en el último momento. Sin embargo, si todas y todos (volvemos a recordar a los cientos de acompañantes que animaban bajo el paraguas y que animan cuando la enfermedad llega) nos levantamos de la cama pese a la pereza, pese a la lluvia, pese a que parecía ser noviembre en lugar de mayo fue porque esto también va de vestir las calles y mostrar nuestro apoyo a todos aquellos que han vivido o viven esta enfermedad que afecta a 63.000 personas cada año en España. Una enfermedad que todos conocemos en mayor o menor medida y de la que nadie está libre.

Hoy se ha vestido el centro de Madrid y dentro de unos días será el de Vitoria-Gasteiz. Después llegará Gijón, A Coruña, Sevilla, Zaragoza, Barcelona y Valencia. Y en cada una de estas ochos ciudades españolas sus participantes harán realidad ese refrán que dice "un grano no hace granero..."