Soy un informal

Soy un informal

No hay día en el que no se comente en los medios algo sobre corbatas, por defecto o por exceso. La corbata entra en el lote de "indumentaria formal y semiformal", como se llama en lenguaje protocolero, y se acompaña de traje o chaqueta y pantalón bien combinados, camisa lisa y zapatos oscuros o negros. El uniforme habitual de muchos de nuestros próceres.

Businessman in blue suit adjusting his tieIrinaBraga via Getty Images

No hay día en el que no se comente en los medios algo sobre corbatas, por defecto o por exceso.

Cada vez que se la quita un político al que se le presupone "de corbata", el comentario general gira alrededor de si "transmite una imagen más fresca", "la corbata le encorseta" o "transmite cercanía", y se ponen todos tan contentos de ver tan liberado al hombre.

Por el contrario, si es de los del club de los "descorbatados habituales", se oirá que "no tiene educación", que "no sabe estar", que "no son formas" o que "ni ponérsela sabe", y se le condena a galeras de todas las maneras. ¡No hay nada como el "soporte corbata" para el mensaje político!

Es evidente que nuestra indumentaria transmite porque, si no, no se hablaría tanto de ella en los medios, ni le daríamos tantas vueltas. Ir correctamente vestido -adecuadamente vestido a un determinado acto, lugar, fiesta, viaje, deporte, etc..- da seguridad y soltura.

Modas aparte, que no siempre ayudan, el código de etiqueta es parte de la relevancia y solemnidad que quiere dar el anfitrión a su evento y del respeto y aceptación que le concede el invitado. Sin más.

La corbata entra en el lote de "indumentaria formal y semiformal", como se llama en lenguaje protocolero, y se acompaña de traje o chaqueta y pantalón bien combinados, camisa lisa y zapatos oscuros o negros. Casi el uniforme habitual de muchos de nuestros encorbatados próceres.

Prescindir de la corbata en este kit no es vestir de manera informal, por mucho que se empeñen. Y no transmite frescura, ni cercanía, ni ligereza. Es quitarse la corbata y chimpún, como cuando uno llega harto del trabajo y es lo primero de lo que tira. La imagen es de descamisado cansado y sin tiempo para arreglarse.

Si quieren informalidad en el atuendo, procedan; pero con el "paquete completo". Sin corbata, se llevan chaquetas de punto o cazadoras, pantalones de pana o vaqueros, camisas de colores más vivos, incluso de cuadros y hasta estampados, si gustan; y polos...¡Que no se diga que no hay para escoger!