10 experiencias que sólo entenderán las personas fuertes

10 experiencias que sólo entenderán las personas fuertes

Aunque la estabilidad tiene un cierto atractivo, creo que todas las experiencias que he vivido me han hecho más fuerte. Independizarme, enamorarme y desenamorarme, mudarme varias veces y tener que mover el culo para conseguir las cosas me ha enriquecido y ha fortalecido mi alma.

Sunsetwww.flickr.com/photos/jeijiang via Getty Images

Al empezar un año nuevo, es normal echar la vista atrás y hacer un repaso de los años anteriores. Para algunos, el pasado está lleno de recuerdos sobre el matrimonio, los hijos, la carrera profesional y la construcción de una vida cómoda y estable. Para otros, sin embargo, el pasado está lleno de relaciones amorosas fallidas, de amistades que han acabado rompiéndose, de varios lugares a los que se ha llamado hogar y de un montón de nuevos comienzos.

A medida que voy recordando los años previos al 2016, me voy dando cuenta de que parece que pertenezco a la segunda categoría. A veces, me siento como una pelota de tenis, golpeada hacia delante y hacia atrás una y otra vez. Esperando ansiosamente aterrizar en otra mesa, pero, a mis 28 años, no creo que sea posible ya.

Y, aunque la estabilidad tiene un cierto atractivo, creo que todas las experiencias que he vivido me han hecho más fuerte. Mudarme de un sitio a otro, enamorarme y desenamorarme, ser independiente y mover el culo para conseguir las cosas me ha enriquecido y ha fortalecido mi alma. Como consecuencia, estoy familiarizada con las experiencias por las que tienen que pasar las personas fuertes.

Una persona fuerte:

1. Ama y deja marchar.

Una persona fuerte sabe lo que es crecer con alguien y luego tener que dejarlo marchar. Primero, el sentimiento de perder a un ser querido es devastador. Uno piensa ¿cómo voy a poder seguir adelante sin tener a esta persona en mi vida?. Una persona fuerte encuentra la manera de seguir adelante como sea. Entiende que la vida sigue e incluso que esa persona a la que quería tanto ya no es parte de su vida. Una persona fuerte aprende a dejar marchar a los demás, y cada vez le resulta más fácil gracias a la independencia y la valentía que ha ido construyendo con los años.

2. Se arriesga.

Una persona fuerte no tiene miedo de hacer lo que considera lo mejor en cada momento. Se mudará a otra ciudad en medio de una guerra para empezar una vida por su cuenta. No se preocupará de lo que está por venir, porque se arriesga. Una persona fuerte está tan segura de sí misma que sabe qué riesgos merece la pena correr y sabe que al final todo saldrá bien.

3. Se levanta cuando cae.

Una persona fuerte no tiene miedo al fracaso, porque sabe que ya lo ha experimentado antes. Ya le ha pasado, ha empezado proyectos que requerían tiempo y esfuerzo y no han salido bien; pero, aun así, siempre se las arregla para levantarse y volver a empezar. Una persona fuerte ha perdido a seres queridos, ha perdido empleos y oportunidades únicas, pero, aun así, se las arregla para vencer al fracaso y reconstruirse.

4. Se independiza.

Una persona fuerte sabe lo que es irse de casa siendo joven. Sabe lo que es despedirse de su padre y de su madre para coger un avión que la lleve a la otra punta del mundo. Sabe cómo cuidar de sí misma, incluso cuando está lejos de su familia. Una persona fuerte valora a sus padres y a su familia aún más al volver.

5. Sale de la zona de confort.

Una persona fuerte es capaz de entrar en una habitación llena de gente desconocida y de hablar con cualquiera como Pedro por su casa. Una persona fuerte se da cuenta de la importancia de salir de la zona de confort en una ciudad, un país, una relación o un puesto de trabajo nuevos. Una persona fuerte ganará nuevas amistades y experiencias para toda la vida.

6. Disfruta los momentos de soledad.

Una persona fuerte está familiarizada con que la gente entre y salga. Está feliz cuando está rodeada de gente pero sigue estando cómoda cuando se va a dormir sola. Puede que en un principio esté triste, pero es consciente de que la soledad es temporal.

7. Sabe lo que es la guerra.

Una persona fuerte ha oído explosiones; ha visto a gente correr para buscar un refugio; ha mirado a un cielo surcado por misiles que explotaban como si se tratara de fuegos artificiales. Ha visto el terror en los ojos de una madre que sabe que sus hijos están en peligro. La guerra la ha fortalecido y ha hecho que valore la vida incluso más.

8. Se enfrenta a sus mayores miedos.

Una persona fuerte tiene miedos, como todo el mundo. Sin embargo, entiende que puede que esos miedos sean irracionales y que debe enfrentarse a ellos para superarlos. Una persona fuerte se sube a un avión aunque no quiera; se muda lejos de casa porque sabe que le ayudará a madurar; entra en la UCI a ver a un familiar enfermo aunque tenga miedo de ver lo que hay tras la puerta.

9. Cuida su cuerpo.

Una persona fuerte conoce bien su cuerpo. Entiende que el ejercicio la hará más fuerte. Respira, estira y come bien porque sabe que es lo mejor para la salud y para la longevidad.

10. Sueña a lo grande.

Por último, una persona fuerte sueña a lo grande. Quiere sacarse el máximo partido. Quiere lograr muchas cosas y se las arregla para conseguirlas poco a poco. No piensa esto es imposible o no puedo hacer esto. Una persona fuerte cree en sí misma y lucha por alcanzar sus metas. Una persona fuerte no tiene límites.

Sí, a veces me siento como una pelota de tenis, de un lado para otro, esperando aterrizar en tierra firme. Pero sé que las experiencias que he vivido me han hecho más fuerte. Estoy orgullosa de ser una persona fuerte, independiente y libre de espíritu.

Este post fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero.

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