Óscar de la Renta: el aroma de una mujer

Óscar de la Renta: el aroma de una mujer

He utilizado la fragancia Oscar, de Oscar de la Renta, durante toda mi vida adulta. No sabría decir las veces que me han preguntado qué perfume llevo. Pero el mejor halago es que, cuando una amiga mía me visita, al volver a casa, sus hijos exclaman: "Mamá, hueles a Jamie".

Jamie Lee Curtis

He utilizado la fragancia Oscar, de Oscar de la Renta, durante toda mi vida adulta. Salió en 1977, el mismo año en el que yo me hice actriz. Me acuerdo del aroma a talco, suave, ligero, femenino, que halagaba y nunca restaba mérito. Fue mi primer momento de juventud en el que experimenté un estilo individual. Mi madre, la gran Janet Leigh, usaba Youth-Dew, de Estée Lauder. Oscar era MI distintivo a la vez que su firma.

Su fragancia se desarrolló a medida que yo fui creciendo. No podría contar el número de veces que me pararon y me preguntaron... "¿Qué perfume llevas?". Hombres, mujeres, jóvenes y viejos, y el mejor de los cumplidos era que, cuando una amiga mía me visitaba, al volver a casa, sus hijos exclamaban: "Mamá, hueles a Jamie".

Había una eau de toilette, un perfume más fuerte y otro en spray con un pulverizador dorado en un diseño floral con su logo. Cuando una vendedora de Saks me dijo que iban a dejar de comercializar el perfume de bolsillo, llamé a la oficina de Oscar de la Renta para preguntar cuánto duraría el perfume en un frasco de spray concentrado. Y me llevé todos los que quedaban. En 2009, me compré un vestido suyo para el acto inaugural de los Obama; de terciopelo negro, clásico, sencillo y bonito.

Como muchos diseñadores a lo largo sus carreras, De la Renta perdió la concesión de su propio nombre cuando una empresa mayor compró la marca. Durante años, utilicé mis provisiones almacenadas y no quise comprar más, pues sabía que ya no era suyo; hasta el año 2011, cuando pasé a una boutique de Óscar de la Renta y eché un vistazo a sus preciosas prendas. La dependienta me preguntó si quería probar la nueva fragancia, pero yo decliné su oferta y le expliqué mi devoción y lealtad a la marca. Entonces ella me explicó que había recuperado su nombre hacía poco tiempo, que ahora poseía la fragancia y que era una nueva mezcla de las mismas notas, con una melodía aromática ligeramente diferente. Accedí a probar la fragancia en una muestra de cartón, y la puse en mi coche.

Cuando volví a casa en el coche, mi nariz me dijo que, de hecho, había un ligero cambio, pero me encantaba. Yo también me había suavizado con la edad y desde entonces me siento orgullosa de llevar Esprit D'Oscar. Genera las mismas preguntas y exclamaciones de los niños a sus madres, y yo lo llevo con orgullo y escribo esto con una gran tristeza.

Seguiré siendo fiel y lo llevaré hasta la tumba. Ligero, suave, femenino, chic, elegante. Su estilo. Mi fragancia. Palabras que nos atribuyo a ambos.

Este post apareció originalmente en The Huffington Post United States y ha sido traducido del inglés.

Traducción de Marina Velasco Serrano