Para que no sufran lo que yo sufrí...

Para que no sufran lo que yo sufrí...

María Tay trabaja desde los 13 años fuera de casa: lavando ropa, vendiendo fruta y tamales puerta a puerta, torteando, limpiando casas... Además, ha sacado adelante su hogar y ha criado a cuatro hijas y tres hijos. Esto explica sobre la situación de la mujer indígena en Guatemala.

María Tay trabaja desde los 13 años fuera de casa: lavando ropa, vendiendo fruta y tamales puerta a puerta, torteando, limpiando casas... Además, ha sacado adelante su hogar y ha criado a cuatro hijas y tres hijos. Esto explica sobre la situación de la mujer indígena en Guatemala:

[Vídeo: cerca de Santa Cruz del Quiché (al norte de Guatemala), en el hogar de la entrañable y hospitalaria familia Marroquin Tay. Uno nunca sabe cómo agradecer lo suficiente encontrar personas así por el mundo... María Maritza, una de las hijas de María Tay, estudia gracias a las becas Ella de la organización no gubernamental Educo. ]