Kinsey Millhone. Señales de humo. Lo mejor de la cocina en lo mejor de la novela negra

Kinsey Millhone. Señales de humo. Lo mejor de la cocina en lo mejor de la novela negra

Nuestra protagonista no es ni guapa ni fea, ni seria ni graciosa, ni cobarde ni valiente, ni lista ni tonta. Pero dejemos clara una cosa: Kinsey Millhone es absolutamente maravillosa, aunque yo mismo sea incapaz de explicar exactamente por qué. Tal vez porque Kinsey, en definitiva, es como cualquiera de nosotros. Una tía normal y corriente que solo pretende ser feliz.

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La detective Kinsey Millhone vive en Santa Teresa, una población imaginaria de California así bautizada por la autora Sue Grafton en honor a otro de los grandes, Ross Macdonald, quien ya utilizó esa falsa denominación en sus novelas para referirse realmente a la ciudad de Santa Bárbara. Los abogados norteamericanos son muy hábiles, y era la única forma de evitar cualquier tipo de demanda judicial por similitudes en las historias con personajes reales. No están los tiempos para estar todo el día dándole a la tecla y que tus derechos de autor acaben en un famoso despacho de abogados de Los Angeles; al menos, si puedes evitarlo.

Aunque son escritas en la actualidad, las novelas de Kinsey se desarrollan en la década de los años ochenta, cuando no había móviles, ni internet, ni redes sociales, pero el mundo era un sitio igual de detestable que ahora; eso sí, con el pelo cardado y unas hombreras que quitaban el hipo. A pesar de que la primera entrega de la serie arranca en el año 1982, más de veinte novelas después, para la indiscutible reina del alfabeto criminal (A de adulterio, B de bestias, C de cadáver) el tiempo no pasa, al mas puro estilo Dorian Gray, y sus diversas y entretenidas aventuras siguen ancladas indefinidamente en la década de Naranjito. Nuestra protagonista no es ni guapa ni fea, ni seria ni graciosa, ni cobarde ni valiente, ni lista ni tonta. Pero dejemos clara una cosa: Kinsey Millhone es absolutamente maravillosa, aunque yo mismo sea incapaz de explicar exactamente por qué. Tal vez porque Kinsey, en definitiva, es como cualquiera de nosotros. Una tía normal y corriente que solo pretende ser feliz.

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KALDÖMAR

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Fuente: COOKPAD

MUNICIÓN

  • 1 Col verde o un repollo
  • 250 g de carne de ternera picada
  • 4 salchichas frescas
  • 200 g bacon en tacos
  • 100 g de queso feta
  • 1 huevo
  • 1 cebolla
  • 2 dientes de ajo
  • 2 hojas de laurel
  • 1 tomate
  • 1 zanahoria
  • 1 puerro
  • 1 cucharada de tomate frito
  • Orégano
  • 1 cucharada de mantequilla
  • 1 vaso de vino blanco
  • Nuez moscada

PRÁCTICAS DE TIRO

Separamos las hojas de la col o repollo y las ponemos dos minutos en una olla con agua hirviendo, sal y pimienta. Después sacamos las hojas y las dejamos enfriar y secar.

A continuación, calentamos la mantequilla con un poco de aceite en una cazuela. Freímos la cebolla picada, el ajo, el beicon, la carne picada y las salchichas cortadas en taquitos lo más pequeños posibles. Removemos todo hasta que se tueste y añadimos la zanahoria y el puerro muy picados, el tomate, el tomate frito, el laurel, el orégano y el vino blanco. Salpimentamos, tapamos la cazuela y dejamos cocinar media hora a fuego lento.

Una vez que la carne esté cocinada, la sacamos de la cazuela y la colamos para que pierda el posible líquido sobrante. Dejamos enfriar, ponemos la carne en un bol y picamos la mezcla todo lo que podamos. Añadimos un huevo batido y el queso feta y mezclamos todo bien hasta que quede una masa compacta.

Hacemos con la masa unas albóndigas del tamaño aproximado de una bola de golf. Una vez hechas todas las albóndigas, colocamos una albóndiga de carne en el borde de cada hoja de col, enrollamos, apretamos bien y lo reservamos en un plato aparte.

Cuando tengamos hechos todos los paquetitos de col, cogemos una cazuela, ponemos una cucharada de mantequilla y un chorrito de aceite. Cuando esté caliente, introducimos los paquetitos de col. Le echamos por encima un chorrito de vino blanco y subimos el fuego hasta que se evapore todo el alcohol. Tapamos la cazuela y dejamos cocer cinco minutos.

Pasado ese tiempo, apartamos del fuego y dejamos reposar otros cinco minutos. Lo tenemos. Le va bien un arroz blanco hervido y salteado con un poco de ajo. Es menos curro de lo que parece y puedo aseguraros que el esfuerzo merece la pena.

PARA BEBER

Se trata de un plato de origen polaco. Sugiero una cerveza Tyskie, con mucho cuerpo y potente sabor.

PARA ESCUCHAR

Jackson Browne. Running On Empty. California ochentera de la buena en estado puro.

PARA LEER

R de Rebelde. Sue Grafton.

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J.L. Rod es guionista y escritor de novela negra. Autor de "La suerte de los irlandeses", la novela negra mas vendida en la Historia de Amazon en España, con mas de 50.000 ejemplares descargados por los lectores. Acaba de publicar "Señales de humo", un delicioso e inolvidable recorrido gastronómico y criminal por lo mejor de la Novela Negra, a través del amor a la cocina de sus más memorables personajes.

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