La perversión sexual
Ailurofilia, knismolagnia, zlipsosis... La curiosa enumeración y posterior catalogación de las perversiones sexuales se convierte en una singular excusa para explorar la historia del cómic universal de las últimas décadas de la mano de Luis Gasca y Román Gubern.
"Qué pezoncito tan rico.... al público le gustan las cosas picantes", reza el bocadillo de una de las ilustraciones que acompañan la letra de la Enciclopedia Erótica del Cómic, realizada a cuatro manos (sin garantía documentada que alguna no quedara libre en algún momento de la redacción) por Luis Gasca y Román Gubern y editada por Cátedra.
450 páginas de sexualidad más o menos perversa, atendiendo la calificación moral negativa del termino, en boga en los años sesenta, revisada con posterioridad y convertida en parafilia (amor/marginal). Sea como sea y se llame como se llame, las múltiples variantes de la sexualidad humana, ese erotismo cerebral y menos impulsivo que nos aleja del impulso animal sin depurar, son el eje del libro, un ameno y erudito viaje por la historia del cómic moderno diseccionado bajo el prisma del conocimiento enciclopédico, una visión no exenta de sentido del humor, de ironía y, por encima de todo, de sabiduría y conocimiento.
Gasca y Gubern se muestran brillantes, sabios y, por encima de todo, juguetones en su paseo por las aristas menos convencionales y conocidas de la práctica sexual. Y de entrada dos magníficas sorpresas que discurren paralelas a lo largo de toda la obra, el descubrimiento constante de insólitas y desconocidas variantes parafílicas y la constatación práctica que permite comprobar que los dibujantes de cómic han sido capaces de incorporar a sus historias toda esa sorprendente variedad de interpretaciones sexuales.
Ailurofilia: Atracción emocional hacia los gatos; autoneptiofilia: deseo de llevar pañales y ser tratado como un niño pequeño; cratolagnia: excitación provocada por la fuerza física de la pareja; knismolagnia: excitación erótica mediante cosquillas; mooning: mostrar las nalgas desnudas; zlipsosis: excitación que produce efectuar pellizcos.
La curiosa enumeración y posterior catalogación de las perversiones sexuales se convierte aquí en una singular excusa para explorar la historia del cómic universal de las últimas décadas. La poderosa fuerza del underground, la capacidad de una disciplina artística capaz de moverse en el límite, de superar fronteras i de evadir censuras, es sin duda alguna, el mejor vehículo para transportar la transgresión, para convertirse en ejemplo (en mal ejemplo) de todo lo que propugna y defiende el libro, la libertad sexual sin límites y la inmensa capacidad de los dibujantes de historietas para explorar a tumba abierta la potencia gráfica del sexo y todas sus variantes.
