¿Para quién trabaja Guindos?

¿Para quién trabaja Guindos?

El ministro de Economía parece que esté atado a su pasado y que hable más por boca del sector financiero que por los intereses de la ciudadanía, que pide que se graven los movimientos más especulativos, y que el ingreso de esta tasa se destine íntegramente ayudar a las víctimas de la crisis.

Empieza a ser difícil saber para quién trabaja el ministro Luis de Guindos. Recientemente una información aparecida en el periódico El Mundo afirmaba que el ministro de Economía había prometido a representantes del sector financiero que él vetaría en la UE la puesta en marcha la tasa a las transacciones financieras (TTF, llamada por las organizaciones sociales Tasa Robin Hood), si ésta tasa no se modificaba y se rebajaba en su alcance.

Este fin de semana Ana Pastor, haciéndose eco de las voces de personas y organizaciones que presionamos por la aplicación de la Tasa, le preguntaba al ministro sobre este tema en su programa El Objetivo. La respuesta del ministro no pudo ser más clara: no la vetaremos, pero "vamos a hacer que esta tasa sea razonable". ¿Qué significa "razonable"? Y ¿cómo lo va a hacer? La única respuesta posible es: modificando lo acordado por España en la UE y rebajando el alcance de la Tasa. Mucho me temo que éste es el concepto de "razonable" que tiene el ministro cuando están en juego los intereses del sector financiero.

La Comisión Europea hizo una propuesta clara de aplicación de la TTF que fue aprobada por 11 países de la UE (entre ellos España) para ponerla en marcha a partir de 2014. Según esta propuesta, se trataría de una mínima tasa que gravaría con el 0,1% las compras de bonos y acciones (en el mercado secundario, no la primera emisión para no encarecer la financiación de empresas y estados) y con un 0,01% a productos derivados y que podría recaudar entre 30.000 y 35.000 millones de euros (5.000 en España). La Comisión establece también, a través del principio de residencia y emisión, la forma de aplicación de la TTF para evitar el riesgo de evasión fiscal y deslocalización de las operaciones.

Modificar este acuerdo implicaría volver a abrir el proceso en el seno de la UE, con el presumible objetivo de aguar la TTF y ralentizar e incluso paralizar su aplicación.

Las organizaciones que como Intermón Oxfam formamos parte de la Alianza por la Tasa Robin Hood, exigimos al Gobierno la puesta en marcha de forma inmediata de este impuesto y que su recaudación se destine íntegramente a combatir la pobreza y la desigualdad.

El ministro de Economía parece que esté atado a su pasado y que hable más por boca del sector financiero que por los intereses de la ciudadanía española, que pide que se graven los movimientos financieros más especulativos, y que el ingreso de esta tasa se destine íntegramente ayudar a las víctimas de la crisis en nuestro país y en los países más empobrecidos, a través de la cooperación para el desarrollo y la acción humanitaria.

Nos preguntamos para quién trabaja realmente el ministro de Guindos. El sector financiero ha activado al máximo sus mecanismos de lobby para paralizar una importante iniciativa social y el ministro parece estarles haciendo el servicio de obstaculizar este acuerdo europeo que debería ser ya imparable. La TTF es justa, viable y debe aplicarse de manera inmediata. Favorecerá a la sociedad española y europea con nuevos recursos con los que ayudar a las víctimas de la crisis, y solo perjudicará, mínimamente, a los operadores financieros más especulativos a través de un gravamen minúsculo.

Eso sí, la TTF también traerá más transparencia a las operaciones financieras especulativas. Tal vez es esto lo que más teme el sector financiero y tal vez es a esto a lo que se refería el ministro cuando afirmó en el programa de Ana Pastor que "en economía a veces es más importante lo que no se ve que lo que se ve". ¿Qué es lo que no quiere que veamos? ¿Qué se pretende ocultar?

El ministro de Economía tiene una oportunidad de oro para demostrar que no está atado al sector financiero en el que trabajó durante años: defender la aplicación urgente y en toda su extensión de la TTF. No esperamos menos, ministro.