Ocho tipos de amigas que todo el mundo necesita

Ocho tipos de amigas que todo el mundo necesita

¿Qué sería de nosotras sin nuestras amigas? Hay que admitirlo: cuanto más mayores somos, más las necesitamos. Queremos a nuestra pareja y a nuestra familia, pero las amigas tienen algo que nos ayuda a ver la vida de una manera distinta. Nos ayudan a abrirnos y a sacar lo mejor de nosotros mismos.

Cheerful women gossiping while having coffee in living roomWavebreakmedia via Getty Images

¿Qué sería de nosotras sin nuestras amigas? Hay que admitirlo: cuanto más mayores somos, más las necesitamos. Queremos a nuestra pareja y a nuestra familia, pero las amigas tienen algo que nos ayuda a ver la vida de una manera distinta. Nos ayudan a abrirnos y a sacar lo mejor de nosotros mismos. Aquí tienes una lista de los 8 tipos de amigas que tengo:

1. Las viejas amigas. Nos sentábamos al lado en la universidad. Después de salir de nuestros primeros trabajos, íbamos a tomarnos algo. Hemos coincidido en bodas, prácticamente hemos visto nacer a nuestros hijos e incluso hemos visto cómo se han sacado el carné de conducir. Nos hemos visto crecer. Sabemos que nuestra amistad es única y que va a durar para siempre. Estamos deseando tener nietos y descuentos para jubilados. Para mí, tener amigas así es un tesoro.

2. Las nuevas amigas. Justo cuando pienso que ya no puedo tener más amigas, alguien aparece en mi vida (en Facebook o en la cafetería de al lado de mi casa). Nos damos cuenta de que hemos leído los mismos libros, de que nos encanta el mismo tipo de arte y de que hay ciertos políticos que nos ponen de los nervios. Hacer nuevas amistades cuando ya tienes unos cuantos años es muy gratificante y me ha hecho darme cuenta de que nunca es tarde para conocer a gente fantástica.

3. Las amigas graciosas. Me hacen reír, no puedo negarlo. Si hubiéramos sido compañeras de clase en el instituto, nos habríamos pasado semanas castigadas. Estas amigas sueltan más palabrotas que nadie y siempre dicen lo que piensan. Les encanta hacer fiestas temáticas, experimentar con salsas y ver películas de Seth Rogen. Suelen llevar los labios pintados de colores chillones y visten con abrigos de piel sintética. No paran de mandarme vídeos absurdos (normalmente de gatos). Sacan mi lado joven, rebelde y divertido. Me enseñan a no tomarme las cosas tan en serio.

4. Las amigas glamurosas. Se dice que las mujeres dejamos de ser atractivas una vez que llegamos a cierta edad, pero estas amigas no se han enterado de eso. Siguen llevando zapatos de tacón de aguja, perfume caro y vestidos ajustados. Les encanta salir y acechar a hombres guapos. Y siguen ligando. Les encanta ser mujeres y los hombres se sienten atraídos por su encanto femenino. Su actitud me anima a no tirar mis vestidos de fiesta. No os creáis lo que se dice por ahí: hay vida después de los 40.

5. Las amigas inteligentes. Tengo amigas que lo saben todo. Saben cuál es el mejor hotel de Groenlandia, saben a quién hay que llamar cuando alguien sufre una intoxicación alimentaria, saben cuál es el nuevo restaurante de sushi de la ciudad, saben cómo quitar una mancha de tinta de la ropa y saben cuáles son las mejores combinaciones de metro. Son personas prácticas y espabiladas. Cuando hablo con ellas, me doy cuenta de que no sé nada de la vida. Me encanta que me enseñen cosas nuevas.

6. Las amigas intrépidas. ¿Pesca en el hielo en Canadá? ¿Un viaje al Machu Picchu? ¿Paracaidismo? ¿Dónde hay que firmar? Tengo amigas que harían cualquier cosa, de verdad. Son valientes e intrépidas, les encanta la vida y la viven a tope. Les da igual si son mayores o si tienen miedo, su respuesta siempre va a ser "sí", sea cual sea la pregunta. Gracias a ellas, he aprendido que la vida no tiene por qué tener límites. Nuestros únicos límites son la imaginación y la confianza.

7. Las amigas valientes. Han tenido algún problema serio de salud o han sufrido una pérdida importante, pero siguen riéndose. Me han enseñado cómo seguir adelante después de un batacazo, que la felicidad la eliges tú y que requiere valentía, que la vida sigue, que es posible volver a sentir alegría, que hay que vivir el momento y hay que dar las gracias por lo que tenemos. Me han enseñado a enfrentarme a las dificultades con dignidad y elegancia.

8. Las amigas observadoras. Siempre están leyendo algún libro. Son personas reflexivas, discretas, calladas e introvertidas. Hablan poco, se sientan en una esquina y se fijan en todo. Son perspicaces, son capaces de anticiparse a las cosas. Si tengo algún problema o estoy triste por algún motivo, les pido ayuda.

Tengo unas amigas estupendas y muchas de ellas entran en varias categorías (por no decir en todas). No sé qué haría sin ellas. Ya sabéis quiénes sois, gracias por todo.

Este post fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Irene de Andrés Armenteros.

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