El duro sufrimiento al que expones a tu perro si le cortas el pelo
Según apuntan varias Clínicas veterinarias, es una decisión que puede resultar fatal.
La temporada de primavera-verano poco a poco va acercándose en Europa. Esta época del año, marcada -sobre todo en los últimos años- por temperaturas descontroladas y olas de calor cada vez más intensas, se caracteriza por llevar al límite el ingenio humano para sofocar el calor e intentar mantenerse frescos durante todo el día.
Pero las medidas que tomamos para nosotros mismos, no son aplicables al resto de los animales, concretamente en los perros. La falsa creencia de rapar a los canes para que "estén más fresquitos", no podría ser más errónea.
Según informó el año pasado la Clínica Veterinaria Somo, esta decisión es muy peligrosa para los perros ya que les somete a unos riesgos que puede resultar muy dañinos para ellos.
La Clínica alertó del peligro de esta práctica ya que el pelaje de los perros les sirve para regular su temperatura corporal, además de protegerlos de rayos ultravioleta, lluvia e insectos. Además añadió que dejarles sin pelo puede traducirse en quemaduras solares, enfermedades e incluso alopecia.
La Asociación Británica de Veterinarios avala esta información
Desde la Asociación inglesa, el pasado julio se señaló que quitarles el pelo no mantiene frescos a los perros y en palabras del doctor Shotton, miembro de la Asociación, "la mejor manera de prevenir las quemaduras solares es evitar la exposición excesiva a la luz, y si esto no es posible, se debe aplicar un protector solar para mascotas".
La principal diferencia que evidencian es la forma de autorregular la temperatura, ya que el ser humano suda para mantener el cuerpo en las mejores condiciones pero no ocurre lo mismo en el caso de los perros. De hecho, raparlos los debilita aún más frente a los rayos del Sol, pudiendo provocar un resultado fatal.
Por este motivo, indicaron algunas de las claves para que los perros domésticos se encuentren en las mejores condiciones y son muy parecidas a las de las personas: acceso a agua fría, buscar sombras y estar pendiente de algunos aspectos como los jadeos intensos, encías enrojecidas o babeo incontrolado.
Como última recomendación, aconsejan hacer la prueba del asfalto, que consiste en colocar la palma de la mano sobre el asfalto durante cinco segundos. Si no puedes aguantar ese tiempo, lo mejor es esperar a que bajen las temperaturas para pasear al perro.
