¿Volará alto Blanca Paloma en Eurovisión? Los expertos hablan claro sobre sus opciones reales

¿Volará alto Blanca Paloma en Eurovisión? Los expertos hablan claro sobre sus opciones reales

Los analistas creen que la propuesta española puede resultar "extraña" a oídos de los europeos, pero ven posible cosechar un gran resultado. La sueca Loreen parte como favorita pese a haber ganado ya con "Euphoria".

Blanca Paloma ganó el Benidorm Fest y representará a España en Eurovisión 2023Europa Press via Getty Images

Tras el éxtasis por el tercer puesto de Chanel en Eurovisión 2022 con SloMo, el mejor resultado para España en los últimos 27 años, Blanca Paloma toma ahora el testigo para asumir una difícil tarea: intentar superar a su antecesora y lograr ese micrófono de cristal que a nuestro país se le lleva resistiendo más de medio siglo. La ilicitana arrasó hace casi dos meses en el Benidorm Fest con su Eaea y ahora tendrá que pelearse frente a otros 36 candidatos para ganar el famoso certamen europeo, que este año tendrá lugar el 13 de mayo en Liverpool (Reino Unido).

La apuesta de España este año es arriesgada. Tras el bopazo latino y sensual de Chanel, España cambia de registro y acude al certamen con un flamenco de tintes electrónicos muy alejado de lo comercial. Una nana lorquiana de alto impacto y anticonvencional que destile raíz y tradición. Pero, ¿está Europa preparada para esta propuesta? ¿Corre Blanca Paloma el riesgo de sufrir el mismo varapalo que ya se llevó hace cuarenta años Remedios Amaya con su Quién maneja mi barca?

Los expertos sobre Eurovisión consultados por El HuffPost son muy optimistas con respecto a las posibilidades de la candidata española y la mayoría augura un gran resultado. "Es una representante que nos asegura el top10 y puede perfectamente rondar el top5", asegura Iván Iñarra, colaborador del portal especializado Eurovision-Spain.com y de varios pódcasts temáticos sobre el concurso. En su opinión, "la profesionalidad y perfeccionismo que transmite Blanca Paloma en el conjunto de la candidatura y la personalidad musical única de EaEa son sus mayores fortalezas". Una postura muy similar a la que defiende José Manuel Sánchez, periodista de El Plural. "Es una propuesta que destaca por encima del resto y es una canción con mucha raíz que no deja indiferente cuando la escuchas", señala. 

Ambos admiten que la canción española "no es para todos los públicos" y puede resultar "extraña" a oídos de algunos europeos, aunque eso no es necesariamente un factor negativo. "Esta canción sólo la puede cantar Blanca Paloma y, en una edición con muy pocas propuestas de corte étnico, es importante que España se presente con una candidatura muy potente conforme a sus raíces", añade también Luis Mesa, del pódcast Euromovidas

Todos ellos valoran de forma muy positiva la espectacular puesta en escena que Blanca Paloma ya exhibió en Benidorm y que, con algunos cambios, trasladará ahora al escenario de Eurovisión. Una escenografía en la que la cantante arranca dentro de una cortina roja circular inspirada en el mantón de su abuela Carmen, la mujer que le inculcó el flamenco, mientras sus coristas tocan las palmas entre sus flecos. Junto a ellas, Blanca Paloma transforma su actuación en un rito de invocación, de trance y de catarsis, para conectar con sus ancestros y su legado indeleble. Una explosión de sensibilidad, verdad y garra que puede funcionar muy bien entre los jurados profesionales y quién sabe si entre el público. "La única debilidad que tenemos es la incógnita de saber si, cuarenta años después del cero de la barca, el flamenco como estilo musical es bien acogido en un evento tan ecléctico como Eurovisión", resume Iván. 

De momento, Blanca Paloma está bien situada en las diferentes estadísticas que miden la temperatura de la carrera por Eurovisión. En las casas de apuestas, España se encuentra en el sexto lugar de favoritas para la victoria, cuando el año pasado Chanel era octava a estas alturas de temporada. En MyEurovisionScoreboard, una app en la que eurofans de todo el continente hacen un ranking con sus predilectas, Blanca Paloma es séptima. 

En ambos 'termómetros', la sueca Loreen arrasa como opción clara para la victoria. La ganadora de Eurovisión 2012 con el megahit Euphoria ha sido elegida de nuevo por su país para participar con Tattoo, un tema pop uptempo oscuro que destaca, principalmente, por una asfixiante puesta en escena en la que Loreen permanece atrapada entre dos pantallas gigantes. Una innovadora y arriesgada escenografía que, tal vez, no podría exportar a Liverpool dadas las dificultades técnicas y de logística que implica. Si ganara de nuevo Eurovisión, Suecia igualaría a Irlanda como el país con más triunfos en el festival y Loreen se convertiría en la segunda cantante en lograr dos victorias después de Johnny Logan (1980 y 1987). 

"Loreen es el icono de la Eurovisión moderna desde que ganó en 2012. Este año ha vuelto a convencer con su propuesta y en algunos países ya ha empezado a colarse en la lista de las más escuchadas en Spotify. Es, indiscutiblemente, la favorita", analiza para El HuffPost Víctor Escudero, asistente de los comentaristas de RTVE durante la retransmisión del festival. Sin embargo, el experto también recuerda que "Suecia no ha recibido mucho apoyo del televoto en estos últimos años y no sabemos qué puede ocurrir en esta ocasión con ella". 

El entusiasmo por la candidatura que presenta Loreen se repite entre nuestros analistas consultados. "Su puesta en escena es impresionante, es imposible no dejar de mirar. De hecho, hasta familiares ajenos al mundo eurovisivo que han visto la actuación me han dicho que se han quedado impresionados. Esas son las canciones que, en mi opinión, ganan Eurovisión: las que traspasan más allá de la burbuja eurovisiva y calan", asegura José Manuel. Para Iñarra, por su parte, "lo único que puede perjudicar a Loreen es que alguien compare Tattoo con Euphoria". "Es el pack más completo de este año. Pero no siempre el pack más pulido es el que gana", advierte.

El Cha Cha Cha ecléctico del finlandés Käärijä o la heroíca Queen of Kings de la noruega Alessandra también están bien situados en las casas de apuestas, sin olvidar las opciones de una Ucrania que se llevó el año pasado el micrófono de cristal tras arrasar en el televoto. Una victoria que, no olvidemos, tuvo lugar después del inicio de la invasión de Putin a su territorio y que sirvió como un gesto de solidaridad por parte de Europa en su momento más difícil. 

Un año después, la guerra no ha terminado, pero los expertos consultados se dividen a la hora de valorar si Ucrania tiene opciones reales de ganar Eurovisión de nuevo gracias a ese factor sentimental. "Hay un montón de ucranianos emigrados por toda Europa y es posible que haya gente que quiera seguir mostrando su apoyo a Ucrania a través de Eurovisión. No es para nada descartable", opina Víctor Escudero. José Manuel Sánchez, en cambio, cree que "el efecto de la invasión rusa, para bien o para mal, ha dejado de impactar tanto como lo hacía hace un año" e Iván Iñarra sostiene que la motivación "de muchos de los que llamaron por simpatía o porque les gustaba la canción será mucho menor ahora". No obstante, todos consideran que Ucrania volverá a obtener un buen resultado de la mano del dúo Tvorchi, que ganó su pasaporte a Liverpool a través de una preselección emitida por televisión desde el búnker de una estación de metro de Kiev.

37 países competirán este año por relevar a Ucrania en el palmarés del festival, el menor número de participantes desde 2014. España, Francia, Alemania, Reino Unido, Italia y Ucrania en calidad de vigente ganador acceden directamente a la gran final del sábado 13 de mayo. El resto de países tendrán primero que superar las semifinales, que tendrán lugar el martes 9 y el jueves 11. 

Blanca Paloma ensayará por primera vez en Liverpool unos ocho días antes de esa final para perfeccionar una actuación en la que España se jugará mantener el camino triunfal que inició con Chanel. Aunque Luis Mesa avisa: "Somos lo que somos y vamos camino de lo que queremos ser, que es ganar. Pero quedar por debajo del tercer puesto de Chanel no debe ser una decepción. No podemos entender no ganar como un fracaso". 

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Licenciado en periodismo por la Universidad Carlos III. Actualmente, es redactor de política en El Huffington Post, tras nueve años como coordinador en ABC, cuatro como director digital en el grupo COPE y seis meses en Mediaset. Puedes contactar con él en javier.escartin@huffpost.es