Amanecer dorado... en Europa

Amanecer dorado... en Europa

Si bien Michaloliakos considera a Hitler una de las figuras más importantes del siglo XX y niega la existencia de las cámaras de gas, rechaza el calificativo de nazi y define a su partido como nacionalista popular que defiende una vuelta a las tradiciones cristiano-ortodoxas.

No voy a hablar de brotes verdes, de luces a final del túnel, ni de futuro prometedor para los jóvenes europeos. Pero sí de un amanecer dorado europeo que en este caso no sería sinónimo de esplendor. Amanecer Dorado (Chrysí Avgí) es el principal grupo neonazi griego, con 18 escaños parlamentarios. Hace unos días fueron detenidos sus principales líderes tras el asesinato de un joven rapero. Entre ellos, su máximo dirigente, Nikolaos Michaloliakos.

Amanecer Dorado irrumpió sorprendente en las elecciones de mayo de 2012, en plena crisis política, económica y social, con los hombres de negro de la troika (Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo y Comisión Europea) pendiendo sobre las cabezas griegas. Obtuvo el 6,97 por 100 de los votos que se tradujeron en veintiún escaños, reducidos a dieciocho en los comicios convocados el mes siguiente por la ingobernabilidad de la fragmentación política. Todos recordamos con estupor aquella primera rueda de prensa de Michaloliakos en la que sus escoltas obligan a los periodistas a levantarse cuando éste entra en la sala como en tiempos de Hitler y Stalin. Desde entonces ha polarizado la vida política griega. Por un lado, gana adeptos repartiendo alimentos entre parados y pensionistas, buscándoles trabajo, creando bancos de sangre gratuitos (sólo para griegos), organizando comidas populares para los más afectados por la crisis (cocinan con carne o grasa de cerdo para que no se pongan en la fila inmigrantes musulmanes). Por otro, haciendo uso de la violencia contra cualquier opositor (incluso en un debate televisivo) y contra los inmigrantes. La lucha contra la inmigración es uno de sus caballos de batalla, lo cuál encuentra eco entre una población muy golpeada por la crisis que ve erróneamente en el foráneo un usurpador de puestos de trabajo y ayudas sociales que a ellos se les niega.

Michaloliakos encarna en su biografía la historia de la extrema derecha griega. En los años setenta, siendo estudiante, ya militaba en el K4A (Komma Tis 4 Avgoustou), el Partido del 4 de agosto. ¿Qué era el K4A? El principal partido de extrema derecha, dirigido por Kostas Plevris, y 4 de agosto (de 1936) era la fecha en la que el general Metaxás, una especie de Franco a la griega, instauró un sistema autoritario, confesional y nacionalista, que contaba con una policía política represiva, la Asfaleia, y, emulando a los fascismos de la época, se hacía llamar Arhigos (jefe) e intentaba tener su programa social: introdujo las vacaciones remuneradas, el salario mínimo y la seguridad social.

Tras la Segunda Guerra Mundial, en la que al final Grecia estuvo con los Aliados y fue ocupada por el Eje, padeció una sangrienta guerra civil hasta 1950 entre fuerzas monárquico-liberales y comunistas en la que resultaron derrotados estos últimos. Las heridas sin cicatrizar y la situación geostratégica de Grecia en plena Guerra Fría impidieron su normalización política. El 21 de abril de 1967, el coronel Giorgios Papadopoulos dio un golpe de Estado e instauró la llamada Dictadura de los coroneles que duró hasta 1974. Un régimen que se caracterizó por la represión (8.000 presos políticos), la tortura, el ultranacionalismo, el antiliberalismo y una vuelta a las tradiciones religiosas y culturales griegas frente a la contracultura de los años sesenta. El K4A, además de añorar la dictadura de Metaxás, apoyó la de los coroneles. Tras su caída, Michaloliakos fue detenido en varias ocasiones por actos violentos. Durante su encarcelamiento, mientras pertenecía a las unidades especiales del Ejército, tuvo ocasión de coincidir con el coronel Papadopoulos.

Aunque el panorama de la extrema derecha y del neofascismo griego siempre estuvo plagado de innumerables siglas, el relevo del K4A lo tomó en 1984 el EPEN (Ethniki Politiki Enosis, Unión Política Nacional Griega). El dirigente de sus juventudes fue Michaloliakos quien ya había creado por entonces la revista Amanecer Dorado en cuyas páginas se hizo eco de las actividades del grupo neonazi español CEDADE. Cuando abandonó el EPEN por rivalidades personales, reconvirtió la publicación en partido. Fue minoritario durante muchos años. Apenas se hizo conocer por sus algaradas callejeras, sus movilizaciones nacionalistas contra el uso del nombre de Macedonia por la ex república yugoslava homónima, su apoyo a Serbia en la guerra en nombre de la solidaridad ortodoxa, sus reivindicaciones sobre Epiro norte (sur de Albania) y en contra de la partición de Chipre desde la ocupación turca de parte de la isla en 1974. Su símbolo es un meandro negro de formas rectangulares sobre fondo rojo, su eslogan es "Sangre y honor", y uno de sus himnos suena musicalmente (la letra no tiene nada que ver) como la canción Viva la revolución del falangismo antifranquista español.

En las elecciones de 2009 apenas obtuvo el 0,29 por 100 de los votos. El partido de extrema derecha mayoritario entonces era el LAOS (Laikós Orthódoxos Synagermos, Concentración Popular Ortodoxa), dirigido por el periodista Georgios Karatzaferis, pero su apoyo a las políticas de austeridad gubernamentales marcadas por la Unión Europea provocaron su declive lo que aprovechó Amanecer Dorado para acaparar el voto radical, de castigo y euroescéptico. En 2010, Michaloliakos sale elegido concejal de Atenas. Rápidamente los plenos municipales acapararon el interés de la prensa: Michaloliakos acudía con guardaespaldas mientras la izquierda le recriminaba su ideología nazi y las veces que había sido detenido por actos violentos. Si bien Michaloliakos considera a Hitler una de las figuras más importantes del siglo XX y niega la existencia de las cámaras de gas, rechaza el calificativo de nazi y define a su partido como nacionalista popular que defiende una vuelta a las tradiciones cristiano-ortodoxas como base de la regeneración nacional. Su retórica es anticomunista, antisemita, islamófoba, xenófoba, antisistema y euroescéptica, en un momento en el que la Unión Europea no es lo más popular en Grecia.

Amanecer Dorado no es un caso aislado en Europa. Los grupos nacionalistas, xenófobos y populistas, neonazis o nacionalpopulistas, están creciendo en Europa desde que estalló la crisis en 2008: desde los países escandinavos hasta el Mediterráneo pasando por Hungría, Rumanía, Polonia, Holanda, Bélgica, Francia... En 2014 hay elecciones para el Parlamento europeo. El euroescepticismo reinante, la tradicional abstención en estos comicios y los partidos mayoritarios europeos para los que estas elecciones no tienen la importancia de las nacionales, pueden hacer que la Cámara de Estrasburgo se inunde de amaneceres dorados. No sería la primera vez, desde los años setenta fuerzas políticas de este signo y afines han tenido proporcionalmente más representación en Estrasburgo que en sus respectivos parlamentos nacionales, e incluso han contado con grupo parlamentario propio, pero el riesgo actual a que la abstención sea mayor por la crisis, unida a un voto de castigo a los partidos mayoritarios, podrían hacer que el amanecer de Europa no sea precisamente el deseado.