Mi marido no publica sobre mí en las redes sociales y no me importa

Mi marido no publica sobre mí en las redes sociales y no me importa

En el fondo, prefiero que me sorprenda con un abrazo por la espalda en vez de con una declaración ostentosa en su muro de Facebook. Puedo vivir sin que comparta publicaciones de ese tipo mientras siga participando activamente en nuestro matrimonio.

Molly Tolar

Todos hemos visto ese tipo de publicaciones. Esas publicaciones cursis, románticas, más propias de una carta de amor y casi obsesivas que las parejas se dedican en las redes sociales. A veces, ver las publicaciones semanales de los Man-crush Mondays (los flechazos masculinos de los lunes) y Woman-crush Wednesdays (los flechazos femeninos de los miércoles) -tendencias muy extendidas en Estados Unidos- puede llegar a dar asco, especialmente si esa persona en particular no quiere dejar de alardear de su pareja.

Por mucho que estos entusiastas usuarios sean molestos, tengo que admitir que he llegado a sentir celos de las mujeres cuyos novios no dejan de publicar muestras de amor y cumplidos para que todo el mundo se entere. Es una necesidad extraña propia de las mujeres: sentirse querida, adorada e incluso sentir que presumen de ti. Solemos tener más complejos que los hombres, al menos abiertamente, y necesitamos que los hombres que comparten nuestra vida nos proporcionen la confianza y la autoestima que anhelamos. No se me ocurre ninguna chica a la que no le gustaría que un chico publicara un selfie de ella en Instagram con motivo del #womancrushwednesday. Es algo que te sube el ego instantáneamente.

Mi marido y yo llevamos juntos más de seis años, hasta salíamos cuando yo estaba en el instituto. Puedo contar con los dedos de una mano cuántas veces ha publicado algo en alguna red social con el objetivo de admirarme como su novia o mujer, y jamás he sido el Woman-crush Wednesday de nadie.

No comenta mis fotos diciendo lo "preciosa" que soy o lo "buena" que estoy, tampoco me corresponde con un "Yo también te quiero, cariño" cada vez que publico algo sobre él. Estamos felizmente casados y enamorados. Entonces, ¿por qué no quiere presumir de mí en las redes sociales?

Porque no lo necesita.

Mi marido no necesita explicar a sus seguidores lo mucho que me quiere. Él me quiere y punto.

No publica cosas sobre mí, no. Pero en su lugar deja que me coma el trozo de pizza más grande. O me da un masaje en la espalda cuando me duele mucho. O pasa la aspiradora para limpiar el pelo del perro para que yo no lo haga. O me da un beso en la frente cuando le despierto por las noches porque doy muchas vueltas en la cama.

No necesita mostrarle al mundo lo mucho que me quiere porque ya lo hace con sus acciones. Ya conocéis el refrán "las palabras se las lleva el viento". Por algo es un refrán...

Por fin me di cuenta: en el fondo, prefiero que me sorprenda con un abrazo por la espalda en vez de con una declaración ostentosa en su muro de Facebook. Puedo vivir sin que comparta esa publicación que dice "¡Compárteme si tu mujer está buena!" mientras siga participando activamente en nuestro matrimonio.

Cuando lo comprendí, me di cuenta de que, sintiendo envidia en las redes sociales, el problema lo tenía yo y no él.

No es responsabilidad suya saciar ese deseo de que alardeen de mí en las redes sociales porque, al fin y al cabo, es sólo envidia irracional. Si me fijo únicamente en los hechos de nuestra relación, debería sentirme más que segura de mí misma y de lo que siente por mí sin necesidad de que él lo tenga que gritar a los cuatro vientos. Tengo un anillo que lo demuestra. En nuestra boda juró que sería el mejor hombre para mí. ¿Qué más puedo pedir?

Eso hizo que me planteara algunas cosas. Todas esas veces en las que estoy nostálgica, sentimental y tengo la necesidad de publicar otro recuerdo nuestro para el Throwback Thursday (algo así como "jueves de recuerdos"), debería demostrarle mi amor de una manera que signifique algo para él de verdad. Puede que le prepare un recibimiento sexy para cuando vuelva de trabajar. O puede que, en vez de publicar lo afortunada que me siento al ser su mujer, se lo diga a la cara.

No es sólo que no necesite que presuma de mí en las redes sociales, es que él tampoco lo necesita. Tenemos pruebas de lo sólida que es nuestra relación en todo lo que hacemos por el otro.

Así que no me quejaré cuando mi marido comparta por tercera vez en una semana el nuevo tráiler de Star Wars. Porque sé que él quiere verla en el cine el día del estreno conmigo y con nadie más.

Este artículo fue publicado originalmente en QueenLionheart.

Este post fue publicado con anterioridad en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Irene de Andrés Armenteros.

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