Los mayores crecimientos se observan en las grandes ciudades y en poblaciones con elevada concentración turística, según un informe del Banco de España.
Más grave que todo eso, la 'burbuja' del optimismo inmobiliario nos arrastraría a presenciar a largo plazo la repetición de una versión descafeinada del fenómeno Detroit en nuestras ciudades, siendo la población muy inferior al parque de viviendas, llevando esto a una pérdida continua de valor y al abandono de muchas de ellas, acrecentando así un proceso de degradación que profundiza la pérdida de valor y el abandono.
Según las crónicas, el mercado inmobiliario español atravesó a principios del pasado siglo XXI un periodo creciente de efervescencia económica como pocos se habían conocido anteriormente. Los historiadores suelen referirse a éste periodo como el Bonánzico.
En 1610 el puerto de Ámsterdam se trasformó en el centro del mundo. Un día llegó una flor desconocida en Europa: el tulipán. La alta sociedad lo convirtió en signo de distinción. Todos querían tener un ejemplar. Una casa por un tulipán, 15 años de sueldo por 10 tulipanes.
Que se plantee poner en juego los derechos más básicos de los ciudadanos con una excusa tan excéntrica como que en España las viviendas son caras porque hay pocas es ofensivo, más si se hace con dinero público y desde una Administración Pública.