Miles de personas abarrotan la capital para mostrar su apoyo al presidente en el cuarto aniversario de su llegada al poder, una muestra de músculo ante la oposición.
En México, la gente calla, murmulla, señala con el dedo y vuelve a las pantallas del aeropuerto donde les dicen que su vuelo, retrasado más de una hora, ha llegado a tiempo. No hay nada que el lenguaje no pueda arreglar sobre la realidad. Ponemos "A tiempo" en todos los aviones retrasados y las esperas son menos esperas, deben pensar los gestores.
Te han dicho que la calle es peligrosa. Te han dicho que la noche es peligrosa. Que los riesgos de encarar lo público se intensifican con la oscuridad y la soledad. Y tal vez tienen razón, o tal vez no tanto, o tal vez tienen razón ante determinadas circunstancias. Y tal vez eso es parte del encanto: sales a ver la ciudad que, por alguna razón, no deberías ver. ¿Cómo se ve esa ciudad?