derechos de la mujer

El mito de la libre elección

El mito de la libre elección

El feminismo no es cosa del pasado, como piensan algunas nuevas generaciones de mujeres, que luego se dan de bruces con una sociedad que las prostituye, las maltrata física y psíquicamente, las devuelve al hogar, en la que las tasas de paro femenino triplican las masculinas, ganan un 30% de media menos que los hombres y suma y sigue.
Los verdaderos anuncios de prostitución son así

Los verdaderos anuncios de prostitución son así

Es indiscutible que los anuncios de prostitución contribuyen a que las mujeres sigan siendo vistas como objetos sexuales y atentan contra su dignidad, pero otro gran problema del que apenas se habla es que ponen el foco de atención en las mujeres invisibilizando a los verdaderos protagonistas de esta actividad: los hombres que se lucran comerciando con sus cuerpos. La trata de personas es el verdadero conflicto que subyace al comercio sexual.
No es -solo- por la mujer, estúpidos

No es -solo- por la mujer, estúpidos

Es impensable creer que se puede avanzar en la lucha contra la pobreza o las desigualdades si no se actúa de manera directa para atajar la discriminación que sufren millones de niñas y mujeres en todo el mundo. No, no es sólo por las mujeres. Es porque a través de ellas el trabajo, la educación, la salud se diseminan por toda la comunidad. Es el mismo principio por el cual las sociedades más equitativas, aquellas en las que la distribución de la riqueza es menos desigual, son las más prósperas.
Desnudas...

Desnudas...

A un lado, mujeres defendiendo el derecho a decidir sobre sus propios cuerpos. Al otro, hombres y mujeres defendiendo el derecho a decidir sobre cuerpos ajenos
Carta abierta sobre el aborto para Alberto Ruiz Gallardón

Carta abierta sobre el aborto para Alberto Ruiz Gallardón

Ministro, esta ley no impedirá que haya nuevos abortos, pero sí aumentará la angustia y la desprotección de todas, y especialmente de las mujeres más jóvenes, más vulnerables y con menos recursos. Imponer a todas las mujeres una legislación inspirada en una moral y una ideología que no es compartida por la gran mayoría de la población es un gravísimo error.
Ni machista ni ¿feminista?

Ni machista ni ¿feminista?

Peligroso. Injusto. Tanto que hasta duele. Que sean justamente las mujeres las que renieguen de esta madre coraje que es el feminismo. Esta madre que nos ha adoptado a todas, nos ha lavado la cara y nos ha mandado a estudiar, a formarnos. Que nos ha dado herramientas, nos ha enseñado a decir que no. Que somos iguales.