El ultranacionalista comienza a desplegar su hoja de ruta: se carga la Fiscalía contra la corrupción y plantea reformar los medios públicos para su control total, mientras niega armas a Ucrania. Ahora hay presidenciales y Bruselas anhela un reequilibrio.
La llegada del populista Robert Fico a Liubliana ha cambiado las cosas: no quiere dar más ayuda a Kiev y hasta le reclama que ceda territorio para lograr la paz.
"Bloquearemos y vetaremos la adhesión de Ucrania a la OTAN, porque no sería otra cosa que la base para una tercera guerra mundial", ha declarado el primer ministro.
El nuevo primer ministro eslovaco, Roberto Fico, cree que la solución del conflicto pasa por el cese inmediato de las operaciones militares por parte de la Unión Europea.
Los partidos 'outsiders' y de derecha extrema se crecen alimentados por el contexto general de miedo y cansancio, amenazando con cambiar hasta el Europarlamento.
El exprimer ministro Robert Fico, socialdemócrata de origen pero ahora nacionalista extremo y con vetas ultras, lidera las encuestas en una cita muy reñida en la que el progresista y proeuropeo Michal Simecka también tiene posibilidades de sumar.
El veterano político, de 59 años, ha explotado el descontento entre las clases más desfavorecidas y el campo or la inflación, la caída del poder adquisitivo, las grandes diferencias territoriales y la gestión errática de la coalición de centro-derecha.
No se trata de Polonia, que en las últimas horas había anunciado que dejaría de suministrar armamento militar al país ucraniano (aunque después se ha retractado).