Un hombre de 44 años que llevaba 12 años paralítico tras sufrir un accidente de coche ha logrado un permiso del Constitucional para ponerse la inyección letal.
El hombre, que ayudó a morir a su mujer, ha sido absuelto gracias a la Ley de eutanasia. Las manos temblorosas y valientes de Ángel no irán finalmente a juicio.
Francisco Javier Martínez critica que dichas normas convierten el "sentimiento" en "categoría jurídica", algo que, a su juicio, ocurrió entre 1930 y 1940 con la raza aria.