En una intervención ante el Banco Mundial y el FMI, el presidente revela una cifra que es 2.000 millones superior a la inicialmente solicitada. La guerra lo destruye todo.
Moscú tiene que pagar hoy 117 millones de dólares de intereses de deuda, pero no puede usar la divisa norteamericana por las sanciones. El escenario que se abre para la economía mundial es incierto.