A través de su fundación han manifestado su "enorme preocupación" y se ponen a disposición de la Comunidad de Madrid para "garantizar una alimentación saludable".
"Por tu culpa, mi mujer me dijo que tenía que empezar a cocinar y si te hubiera visto hace unas semanas, te habría pegado una paliza. ¡Pero la verdad es que me está gustando y ahora se me da mejor que a ti!", me espetó un tío enorme por la calle. Ahí empecé a darme cuenta del poder que tiene la comida en la mejora de la vida de las personas.