Premio Nacional de Fotografía

El fotógrafo de la movida se muda al paraíso

El fotógrafo de la movida se muda al paraíso

Pablo Pérez-Mínguez, pese a las apariencias -tenía un físico potente y unas manos inmensas de hombre de campo- seguía siendo un niño, una de esas personas que se quedan fijadas en un momento o en una edad, aunque el cuerpo les siga creciendo. Pablo era un niño ingenuo, generoso y bueno...