proceso constituyente

Fuerzas del cambio y proceso constituyente: hacia un nuevo modelo de país

Fuerzas del cambio y proceso constituyente: hacia un nuevo modelo de país

Hace tiempo que el Estado Social que se proclamó en el primerísimo de los artículos de la Constitución Española de 1978 saltó por los aires. Va siendo hora de certificar su defunción. En los últimos años, poco a poco, mediante la adopción de decisiones políticas y normativas estratégicas, se ha ido desactivando el contenido de todas y cada una de las previsiones constitucionales que servían para garantizar la efectividad del Estado social, haciendo que la forma de estado constitucionalizada sea irreconocible.
El rey ciudadano

El rey ciudadano

La decisión del rey anticipa un futuro propicio para España e Iberoamérica, porque la monarquía es garantía de continuidad en la historia y ancla el presente para cimentar un futuro mejor, alejándonos de ambiciones coyunturales, oportunistas y de experimentos peligrosos e inciertos.
Tiempo de consulta

Tiempo de consulta

Se equivocarán una vez más los grandes partidos si cierran nuevamente en falso la decisión sobre la Jefatura del Estado. En el siglo XXI sólo una consulta popular, un referéndum, puede legitimar al futuro Jefe del Estado. Las crisis institucionales se resuelven con más Democracia, y no con menos.
Navegando a la mala: la Constitución Española

Navegando a la mala: la Constitución Española

El 23 de febrero de 1981 casi todos o todos los capitanes generales de las Fuerzas Armadas pensaban que solo debían obediencia al rey. Se olvidaban de que el soberano es el pueblo. ¿Para cuándo una reforma de la Constitución que solucione de una vez por todas este problema?
La amnesia global transitoria como solución nacional

La amnesia global transitoria como solución nacional

Un ciudadano estadounidense despertó de un coma hablando únicamente en sueco. Fantaseo con que los ciudadanos españoles podamos sufrir, de forma colectiva y simultánea esa misma condición. El trauma capaz de provocarlo sería la vergüenza de tener un presidente incapaz de articular una explicación.