Los pueblos indígenas y tribales son los mejores conservacionistas. Han gestionado, protegido, trabajado y modelado su territorio durante generaciones. Ellos, más que nadie, poseen los conocimientos y la motivación necesarios para proteger su tierra, pues la necesitan para sobrevivir y prosperar.
Un análisis reciente en varios países latinoamericanos y africanos muestra que la interacción entre el ser mujer y pertenecer a un grupo minoritario (como una comunidad indígena) tiene un efecto devastador en el rendimiento escolar.
La Amazonia, tras haber resistido durante más de 500 años la transformación a gran escala a manos de los humanos, se enfrenta un nivel de desarrollo vial, energético y minero sin precedentes que comienza a amenazar la capacidad de esta selva.
Hay cientos de libros de fotografías sobre pueblos indígenas y tribales pero quizá ninguno tan extremo -o extraño- como el de Jimmy Nelson Antes de que desaparezcan (Before they pass away). Una visión colonial que preserva su efecto destructivo en pueblos que intentan rechazar su dominación.
Los pueblos indígenas de todo el mundo corren el riesgo de perderlo todo. Han conocido la persecución desde el descubrimiento de los europeos de los nuevos mundos. Fuerzas externas se han apropiado de las tierras indígenas para su colonización, tala, minería y un sinfín de avariciosos motivos.
Este libro debería gustarme; después de todo, me he pasado décadas diciendo que podemos aprender de los pueblos indígenas, y este es, o eso es lo que nos quieren hacer creer, el mensaje principal del nuevo libro de "divulgación científica" de Jared Diamond. ¿Pero es esto cierto? Su problema es es que piensa que las sociedades "tradicionales" hacen cosas muy feas que piden a gritos la intervención de los gobiernos.
En Madrid dicen hacer y en Lima haser. La diferencia es sutil. Y sin embargo, alrededor del mundo, desde el Amazonas al Ártico, los pueblos indígenas y tribales lo dicen de 4.000 maneras completamente distintas. Tristemente, nadie dice ni hace ya nada en eyak, una lengua del golfo de Alaska, cuyo último hablante murió en 2008.