El veto de Washington a una resolución que pedía el alto el fuego en Gaza pone sobre la mesa la obligación de remodelar una institución necesaria pero imperfecta.
La aprobación por parte del Consejo de Seguridad de la ONU del primer texto que reclama pausas humanitarias es un consenso de mínimos. El mensaje de las voces más críticas, que reclaman penas económicas o defensivas, no cala aún.