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Tras el fin de la doctrina Parot

Tras el fin de la doctrina Parot

Al dolor natural y comprensible generado por las excarcelaciones se ha sumado el de una humillación, ofensa o agravio que a mi juicio no es tal. La puesta en libertad de Del Río Prada (ETA), Cela Seoane (GRAPO) o Miquel Gutiérrez (GAL) no les exculpa, ni anula ni menoscaba el reconocimiento a la dignidad de sus víctimas, ni borra la injusticia de su victimización. Creo que habría sido conveniente hacer pedagogía -como bien decía Luis R. Aizpeolea- para que las víctimas pudieran comprender sin sentirse revictimizadas.