El acuerdo para un alto al fuego, anunciado de momento por fuentes palestinas y egipcias, comprende también la retirada de tropas israelíes en las ciudades gazatíes y la entrada en la Franja de al menos 500 camiones de ayuda humanitaria cada día.
Las partes no dan detalles por seguridad, pero el anuncio no repetiría el ya alcanzado en diciembre, sino que sería ampliado, confirman los mediadores.
EEUU presiona para un alto el fuego más largo y, sobre todo, para que se mantenga la entrada de ayuda humanitaria. Israel insiste: quiere ir a por todas contra Hamás, por lo que se teme una ofensiva dura en el sur. Los civiles son los que sufren.
A las seis de esta mañana acababa la última prórroga del alto el fuego, sin que el mediador, Qatar, haya anunciado una extensión. En el norte de la franja se han visto explosiones, supuestamente por la interceptación de cohetes contra Israel.
El G7 también aboga por ampliar el acuerdo para aumentar la ayuda humanitaria y liberar a rehenes. La presión internacional para no volver a las armas aumenta.
Esta son las estampas que deja la franja en estas horas sin ataques de Israel, en las que busca rehacerse con el miedo a que acabe pronto y vuelva la ofensiva.
Egipto precisa que entrarán en La Franja 130.000 litros de combustible diarios. A través de Rafá, pasarán 200 camiones con alimentos, medicinas y agua potable.
Defiende que ha atacado 300 objetivos supuestamente de Hamás en el último día, mientras que se suman decenas de muertos más: van más de 14.500 en la franja.
"Animamos a los dos grupos a que se comprometan a acabar con el conflicto y a que aseguren el acceso humanitario sin restricciones", dicen desde Washington.