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Menos mal que votamos 'no'

Menos mal que votamos 'no'

Ahora que hemos completado un ciclo -parece como si hubiera pasado un siglo desde el referéndum-, me atrevo a plantear una pregunta sacrílega: ¿qué habría pasado si hubiéramos votado 'sí'? Poco habría cambiado, en realidad. El lunes los bancos estarían cerrados. La economía se estaría deshaciendo rápidamente. Los jubilados se cocerían esperando en las colas bajo el sol. El país y sus bancos todavía necesitarían un crédito de proporciones colosales para seguir vivos. Y los términos para el rescate seguirían siendo durísimos.
En Grecia, el pueblo es la medida

En Grecia, el pueblo es la medida

Escuchamos que "los bancos son la columna vertebral de la economía nacional", pero ni una palabra de preocupación por el sufrimiento griego, ni sobre la austeridad sufrida, sobre el desempleo, la malnutrición, la migración de los jóvenes al extranjero, los miles de suicidios. Los defensores de la Troika se han puesto al descubierto. No están interesados en el pueblo griego; están inquietados por el sistema bancario.
El fin del canon europeo

El fin del canon europeo

Europa está abandonando su Estado de Gracia, su Olimpo de las Normas, y está haciendo algo que en el lenguaje de la política internacional se denomina llanamente como injerencia: se dirige directamente al pueblo griego para pedirle que vote 'sí' en el referéndum. Está pidiendo la cabeza de Tsipras en bandeja a sus votantes.