vírgenes

Y que Gallardón queme una bruja

Y que Gallardón queme una bruja

No es que la ministrería popular sea meapilas. O que, aparte de la destrucción sistemática del Estado de Bienestar, no sepan detrás de lo que andan y acudan a la oración en su desesperación. No, lo que estamos es ante un Consejo de Ministros vintage: toman métodos clásicos de gobierno, concretamente del Medievo.