10 consejos para afrontar con éxito la 2ª evaluación

10 consejos para afrontar con éxito la 2ª evaluación

Getty Images

  1. Usa la agenda (o úsala bien)

Si no tienes agenda, ya estás tardando en pedirla por Navidad. Busca una chula que te motive a usarla, si compras una para salir del paso, mal vamos. Si, en cambio, ya la tienes pero no la usas ¡error también! Es un instrumento fundamental para aprobar. Si la estás usando y, a pesar de todo, has suspendido, quizá debas cambiar el método. En este vídeo te propongo un método basado en solo 3 símbolos (#, , ), muy fácil y eficiente, que te puede ayudar.

Sé que puede parecer un coñazo y algo que vaya en contra de tus infinitas ganas de libertad, pero si tus padres te revisan la agenda, aunque sea de vez en cuando, mejor que mejor: sabrás que hay alguien a quien tienes que rendirle cuentas y tendrás otro motivo más para usarla.

  1. Hazte un planning

Si sabes que entrenar a lo loco no tiene sentido, porque es necesaria una planificación previa, ¿por qué no piensas lo mismo sobre los estudios? El planning te ayudará, sobre todo, a planificarte en épocas de exámenes: esas semanas de agobio en las que no tienes tiempo para nada y deseas que una bomba reduzca a cenizas el instituto.

Con un planning puedes ver qué tiempo le puedes dedicar a cada asignatura sin que se pisen, o cómo las puedes ir compaginando. Yo siempre recomiendo a mis alumnos que, con un planning, planifiquen los exámenes en, mínimo, tres días: uno de lectura, uno de estudio y uno de repaso. Obviamente, dependiendo de lo largo que sea el examen, tendrás que aumentar los días de estudio.

Las agendas suelen traer planning, pero puedes hacerte tú uno, bajarte alguno de internet o comprar uno chulo. Lo que dije antes: el que sea, pero que te motive a usarlo.

  1. Usa un horario de tardes

Estudiar es un coñazo, no vas a descubrir América. Entonces, si vas a hacer algo que no te gusta, ¿no es mejor pasar el menor tiempo posible? A lo mejor te pasa que te pegas toda la tarde en el cuarto, en teoría estudiando, pero, en realidad, mirando la pared, el móvil o las moscas. Conclusión: has perdido toda la tarde para nada, porque ni has estudiado ni has podido salir con tus amigos.

Si te haces un horario de tardes sabrás de antemano cuánto tiempo vas a pasar estudiando y si te queda tiempo para otras actividades como salir o entrenar, porque no todo es estudiar. También sabrás si es mejor estudiar antes o después del entrenamiento, antes o después de salir.

Aprovechar el tiempo es la base para ser más eficiente y pasar menos tiempo haciendo algo que no nos gusta.

  1. No lo dejes todo para el final

Si lo dejas todo para el final te arriesgas a dos cosas: a tener que darte un atracón increíble de memorizar (con lo que odias que haya que memorizar) y a que no te dé tiempo a hacer todo lo que tienes pendiente. Si, por el contrario, lo vas haciendo poco a poco, lograrás entender muchas cosas que no tendrás que memorizar: ya sabes, lo que se aprende de memoria se olvida antes; lo que se entiende, se queda para siempre.

  5c8a4c6a260000e104fe2b15Pablo Poo

  1. Pregunta las dudas

Duda con la que te quedes, nota de menos que tendrás en la asignatura. Así de fácil. Yo respeto mucho la timidez, pero es hora de mirar a tus miedos cara a cara y comenzar a vencerlos. Puedes usar post-it para ir anotando las dudas que te surjan y preguntarlas en clase. No hace falta que sea delante de toda la clase, puedes parar a un profesor por el pasillo o acercarte cuando acabe la clase. Pero preguntar las dudas, amigos, es fundamental.

No hay que tenerle miedo al error, porque de ellos se aprende. Y mucho.

  1. Haz los deberes

Esto es básico. Yo intento mandar los menos posibles, es decir que, básicamente, mis alumnos se llevan a casa lo que no han hecho en clase. Mis deberes son una práctica idéntica a lo que se encontrarán en las pruebas que hacemos en clase (llámense exámenes o de otro tipo). En otras palabras, con los deberes estás practicando para el examen, de ahí que sea importante hacerlos.

Si crees que te mandan mucho, habla con tu profesor e intenta llegar a un acuerdo. Pero, en la medida de lo posible, hazlos todos y úsalos, también, para ir anotando y resolviendo dudas.

  1. Compórtate en clase

Tanto con tus compañeros como con tus profesores. Demuestra la educación que has recibido en casa. Ten en cuenta que el comportamiento es parte de la nota. Si hay algún profesor con el que tengas más confianza, aprovecha para contarle tu problema, pero no la pagues con la clase, porque eso solo te traerá más problemas.

  1. Respeta a tus compañeros

Esto viene en relación con el punto anterior. Cuanto mejor trates a los demás, normalmente, mejor serás tratado. Quizá hay alguien de la clase que te puede echar una mano en esa asignatura que has suspendido. Quizá con sus explicaciones lo entiendas mejor que con las del profesor. Procura respetar a tus compañeros para que todos te den lo mejor de sí mismos.

  1. Haz deporte

En la vida no todo es estudiar, hay que sacar tiempo para las otras facetas de nuestra vida. El deporte es tu mejor aliado para soltar el estrés y los agobios que puedan provocarte los estudios. Apúntate a un equipo, empieza por libre, búscate una app que te motive, saca los viejos patines del armario, arregla esa bici que tienes muerta de risa... Lo que sea, pero muévete. Notarás los beneficios enseguida.

  1. Duerme

Hay que dormir y descansar un mínimo de horas cada día. Revisa tus hábitos: quizá te acuestas demasiado tarde y el despertador suena, implacable, antes de que haya amanecido. El cerebro necesita horas de sueño para rendir bien, y puede que no se las estés dando, por eso te sientes tan cansado y te cuesta tanto comprender o memorizar.

Vete a la cama un poco antes, duerme un poco de siesta... al igual que con el deporte, notarás los resultados muy rápidamente. Ah, y hazte un favor, no te lleves el móvil a la cama.

(Basado en el apartado "Diez consejos para no suspender" del capítulo 6 de "Espabila, chaval")

Por si os interesa, os recomiendo mi nuevo libro "Espabila, chaval" (Temas de hoy, 2017), un libro tanto para adolescentes como para sus familias con el que ayudaros a conseguir esa motivación que, a veces, nos falta en los estudios.

  5c8a4c6b230000dd0422ec01AOL

Síguenos también en el Facebook de HuffPost Blogs