'Bienvenido Mr. Heston', mi primer largometraje

'Bienvenido Mr. Heston', mi primer largometraje

A lo largo del metraje de Bienvenido Mr. Heston, se observa la vida reposada del pueblo, el campo, la naturaleza, la cotidianidad propia de un lugar castellano. Esta visión contemplativa está aderezada con las conversaciones de los lugareños sobre aspectos diarios. De forma paralela, echan la vista atrás para rememorar el rodaje de la película El Cid y cómo afectó a sus vidas.

Hace unos cuantos años conocí una historia que marcó la vida de un pequeño pueblo de Valladolid para el resto de su vida. Me la contaron hace muchos años y la guardé en el cajón de mi memoria. Con el paso del tiempo he tomado consciencia de lo que supuso para sus vecinos; no solo para el pueblo, también para la historia del cine de nuestro país. Con cierto estupor, los habitantes de Torrelobatón -a escasos veinte kilómetros de Tordesillas- fueron testigos de un gran acontecimiento que, después de más de cincuenta años, recuerdan con orgullo. Todavía, hoy en día, se vanaglorian de este suceso tan extraño sucedido en los años sesenta. Ahora, cualquier persona puede acercarse hasta este acogedor pueblo para comprobar la pasión y calidez con que evocan aquel hito. Ni más ni menos que el rodaje de una superproducción de Hollywood: El Cid. Filme dirigido por Anthony Mann y protagonizado por Charlton Heston y Sophia Loren que invadió las tranquilas calles de Torrelobatón en 1961.

Pensé plasmar este hecho en un largometraje documental titulado Bienvenido Mr. Heston. Así decidí embarcarme, junto a la codirectora, Elena Ferrándiz Sanz, y a un equipo excepcional, en otro rodaje que ha durado más de dos años. Mucho tiempo, pero también dinero y dolores de cabeza. Por qué no decirlo. Sin embargo, hemos volcado todas nuestras ilusiones y esfuerzos para conseguir el resultado que imaginábamos desde el principio. Y con esta película he conseguido cumplir tres sueños. Uno de ellos, dirigir mi primer largometraje, un paso importante para cualquier cineasta. Otro sueño se cumplió cuando el actor Emilio Gutiérrez Caba aceptó mi propuesta de trabajar con nosotros en Bienvenido Mr. Heston. Hacia Emilio tengo especial cariño y admiración porque conoció a mi abuelo -tocayo suyo, cuya vida también la consagró a la interpretación-. Mi abuelo Emilio trabajó con su madre, Irene Caba, prestigiosa actriz española. Así que este sentimiento viene de lejos. Por eso, cuando aceptó participar en nuestro largometraje, experimenté una extraña sensación: me convertí en deudor de una larga tradición teatral y familiar.

Y, por último, tras duros meses de trabajo, ha llegado uno de nuestros más esperados sueños. El reconocimiento por el esfuerzo y la dedicación plena: la selección y el estreno de Bienvenido Mr. Heston en la SEMINCI, en el célebre Festival Internacional de Cine de Valladolid. Desde luego, el mejor regalo que se puede recibir. Por eso, me encantaría invitar a todos aquellos que quieran disfrutar de esta historia en Valladolid. Allí estaré compartiendo ilusiones, anécdotas y hablando de cine del 24 al 31 de octubre de 2015.

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Quiero explicar que esta obra audiovisual se constituye como un tributo. Desde su concepción nació como un homenaje al séptimo arte, a la industria cinematográfica internacional, haciendo especial hincapié en la española. Al leer el título, el espectador puede reconciliarse y traer a su memoria la obra costumbrista del maestro Luis García Berlanga. Desde el inicio, hay toda una declaración de intenciones; un guiño al cine español.

Al frente de la superproducción de El Cid se encontraba el productor Samuel Bronston. Como actor protagonista, Charlton Heston. Y aquí el espectador se encuentra en el título con la segunda referencia cinematográfica: el actor estadounidense que se desplazó hasta Torrelobatón para rodar una de las primeras secuencias de esta mítica película. Los vecinos recibieron al señor Heston con los brazos abiertos, y durante los tres días en los que se prolongó el rodaje sirvieron como figurantes de una historia que ha quedado marcada para el resto de los tiempos. En el título personalizamos esta gran producción -en la que tantos profesionales intervinieron- en la cara visible, en la estrella de cine que el pueblo, en ese momento, conocía.

Otro de nuestros objetivos era recuperar la memoria del cine español. Rescatar momentos importantes que, sin duda, influyeron en la cinematografía de nuestro país. Y las producciones de Samuel Bronston, como es el caso de El Cid, desempeñaron un papel destacable en este sentido. En el marco de la pasada 63º edición del Festival de Cine de San Sebastián, la Academia de Cine presentó el proyecto Nuestra memoria. El cine español. Una iniciativa que pretende rescatar los recuerdos de los grandes profesionales de nuestro cine. Y esta es una idea que coincide por completo con el objetivo que perseguíamos desde un principio. No solo se recupera y se guarda la memoria de diarios de rodaje o testimonios de una época, sino que estamos preservando la historia del cine español, nuestras costumbres, nuestra cultura y nuestra historia.

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A lo largo del metraje de Bienvenido Mr. Heston, se observa la vida reposada del pueblo, el campo, la naturaleza, la cotidianidad propia de un lugar castellano. Esta visión contemplativa está aderezada con las conversaciones de los lugareños sobre aspectos diarios. De forma paralela, echan la vista atrás para rememorar el rodaje de la película El Cid y cómo afectó a sus vidas. Más de sesenta testigos narran esta hazaña pero, además, este valor testimonial y único se entremezcla con las declaraciones de los trabajadores de esta producción. Entre ellos, se encuentra el director artístico Gil Parrondo. Un maestro de los decorados incansable a sus noventa y cuatro años. Su labor se ha visto ampliamente reconocida a lo largo de su carrera en el cine. Así lo atestiguan los dos Premios Oscar y cuatro goyas que tiene en su haber.

También cuenta con las declaraciones del hijo de Charlton Heston, Fraser. Unos recuerdos que valen su peso en oro. En la actualidad, Fraser es director de cine y propietario de una productora en Los Ángeles. Él fue testigo de lo que sucedió en Torrelobatón, ya que acompañaba a su padre a muchos de los rodajes. Así recuerda el gran castillo que perdura a lo largo de los siglos en esta localidad. ¡Y qué decir de las declaraciones de Andrea Bronston!, hija del productor. Su padre se enamoró de nuestra tierra.

Bienvenido Mr. Heston es, por lo tanto, una autoproducción española, de gran valor histórico. Un documental realizado en tiempos difíciles para el cine en España sin ningún tipo de ayuda. Solo el esfuerzo, el empeño y la ilusión de todo su equipo.

En algún momento, el director de cine Fernando León de Aranoa dijo: "Hacer películas consiste en resolver constantemente problemas. En tomar decisiones de las que en realidad no estás seguro, y aparentar que lo estás. Responder a docenas de preguntas sin tiempo para pensar las respuestas, como si participaras en una interminable edición de Pasapalabra". Acaso aquella persona que haya dirigido alguna película, ¿no se ve reflejada en las palabras de León de Aranoa? Y, por si fuera poco, en numerosas ocasiones el estreno de una película pasa inadvertido, con más pena (y lágrimas) que gloria.

Sin embargo, ese esfuerzo de superación que ha demostrado el equipo de Bienvenido Mr. Heston empezará a verse recompensado con su selección y estreno en la 60º edición de la SEMINCI. Y eso, ya es mucho.