Los tres tenores socialistas eclipsan el recital de Rubalcaba

Los tres tenores socialistas eclipsan el recital de Rubalcaba

Felipe González (Pavarotti), Zapatero (Josep Carreras) y Pedro Solbes (Plácido Domingo), comprueban que la tesitura de sus voces es la correcta para dar un do de pecho tan potente que atruene en la Conferencia Política que Rubalcaba ha vendido como su obra cumbre.

La opera está a punto de comenzar. Felipe González (Pavarotti), Zapatero (Josep Carreras) y Pedro Solbes (Plácido Domingo), los tres tenores socialistas, comprueban que la tesitura de sus voces es la correcta para dar un do de pecho tan potente que atruene en la Conferencia Política que Rubalcaba ha vendido como su obra cumbre. Noviembre es el mes elegido por las editoriales del trío para revelar secretos, anécdotas y recetas de gobierno en sus respectivos libros. Al pobre Alfredo, que como le sucedió a su tocayo Kraus en su día se debe sentir relegado por los divos, le pueden hacer la pascua. Un año entero dando vueltas a ese tsunami de ideas revitalizantes que encargó poner en marcha a Jáuregui, y resulta que no hay otra fecha en el año para que tres pesos pesados del socialismo publiquen al unísono. "No me preocupan porque tanto el de Zapatero como el de Solbes, salen después de la Conferencia. He leído el de Zapatero y no creo que vaya a crear ningún problema. El de Solbes no lo he leído", comenta Rubalcaba. Y del de Felipe no sabe nada.

Puede que el jefe de la oposición no perciba el peligro, pero está claro que en los medios un debate se va a solapar con otro. Felipe anda por las alturas del liderazgo personal, dando doctrina sobre los principios y deberes de un estadista de su talla. Y las comparaciones siempre acaban siendo odiosas, ya sea con Zapatero o con el mismo Rubalcaba. Pero el auténtico morbo se centra en el duelo entre las versiones de Zapatero y Solbes sobre la gestión de la crisis. De hecho, Zapatero ha estado muy preocupado por no entrar en contradición con lo que fuese a contar Solbes. Desde principios de 2013, el expresidente ha enviado a algunos emisarios a sondear a Solbes. Quería saber, entre otras cosas, si el documento con las propuestas de medidas económicas que el vicepresidente económico propuso tomar para evitar el rescate y las que habría que adoptar tras su marcha, se iban a publicar. Sí, Solbes las desarrolla en dos de los nueve capítulos donde analiza los cinco años con Zapatero.

En teoría, los implicados huyen de la confrontación. Por eso el último presidente socialista puso una condición a Planeta, que El Dilema se presentase después de la Conferencia Política del PSOE que se celebrará los días 8, 9 y 10 de noviembre en Madrid. Su famoso talante le impedía hacer sombra al partido. "El libro de Zapatero es bastante light en comparación con el de Solbes, que va a crear más polémica porque aborda los momentos más tensos y espinosos de los cinco años que fue vicepresidente y ministro de Economía con Zapatero", explica un ministro de ese Gobierno que conoce bien el contenido de ambos libros.

Uno de los hits del expresidente es el relato pormenorizado de la noche del 9 al 10 de mayo de 2010, cuando Elena Salgado desde Bruselas, reunida de urgencia con sus homólogos europeos en el Ecofín, telefoneó a Zapatero para comunicarle que la paciencia de los socios había llegado al límite y había que cambiar el rumbo de la políticas estrellas de su mandato. Han corrido multitud de versiones sobre lo que ocurrió entonces, pero sólo dos personas, Salgado y Zapatero, saben la verdad. Al parecer la vicepresidenta económica aprueba la narración, en la que los SMS entre ambos se sucedieron hasta que en un descanso, Salgado llamó a Moncloa. Zapatero defiende que evitó el rescate en un momento en que no existía literatura científica y en el que las condiciones habrían sido más duras que ahora y se habría llevado por delante todas las medidas sociales.

Igual si Zapatero hubiese renunciado al cheque bebé y a los 400 euros, como quería Solbes, no habría sido preciso congelar el sueldo a los funcionarios y a los pensionistas. Con la fina ironía y la correa que le caracteriza, el exvicepresidente económico aborda los momentos más críticos, tales como las OPAS de Sacyr sobre BBVA, las operaciones entre las eléctricas, el caso Endesa, evitando mencionar por su nombre -si acaso una vez- al ministro Miguel Sebastián. El hombre que en la primera legislatura fue director de la Oficina Económica y susurraba al oído del presidente medidas de fuegos de artificio que chocaban con las del Ministerio de Economía. Quien quiera entender... Ese es el riesgo del libro de Solbes sobre ese lustro, que deje demasiadas cosas entre líneas. Con lo que más ha disfrutado al escribir es con los detalles sobre el largo camino hacia Europa. Solbes entró en las negociaciones con Bruselas y el mercado común en 1973, junto a Alberto Ullastres. Hasta 1986, estuvo en las tripas de la construcción de la UE. Por tanto, relata de primera mano la lucha entre unos países y otros para posicionarse, los ritmos de avance y los parones de España en su integración y todo trufado de las anécdotas y los personajes de 40 años de historia que construyeron Europa. El exvicepresidente de Zapatero no es mitómano, pero sí que hay algunas figuras que le han resultado muy interesantes como Jacques Delors.

Sea involuntario o provocado, el aria de los tres tenores se representa en un momento en que el futuro del PSOE como gran partido está en cuestión. Jáuregui, el hombre que se ha currado la Conferencia Política, no cree que "Zapatero vaya a desvelar nada que trastoque la evolución del encuentro. Dará una versión de los acontecimientos de una forma íntima y personal, también del tormento de los últimos años. Tanto Zapatero, como Solbes y Felipe González desconocen nuestra reflexión política porque no ha participado". Y ya con sorna, añade: "Conste que me hubiera encantado pero no veo que se fueran a prestar a sentarse en un grupo de debate con otras quince personas. En cualquier caso, lo que puede pasar es que la convergencia entre la Conferencia Política y los libros de tres referentes personajes tan notables provoque una implosión ideológica renovadora del PSOE".