Primer reto de Pedro Sánchez: que Susana Díaz pronuncie su nombre

Primer reto de Pedro Sánchez: que Susana Díaz pronuncie su nombre

Convertir la energía del rencor en gasolina para el proyecto socialista constituye un enorme reto.

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No es una broma. Todo lo contrario. La misión principal de Sánchez es lograr un partido fuerte y unido para disputar el gobierno al PP.

Finiquitada la leyenda de que no se pueden ganar unas primarias sin Andalucía, ahora toca convencer a Susana Díaz de que ella también es necesaria para llegar a La Moncloa. Está dolida, y con ella un aparato y una vieja guardia que al unir sus fuerzas contra Sánchez saltaron al abismo dando la espalda a las bases y a unos votantes, que no perdonan la abstención para que gobernara Rajoy. Convertir la energía del rencor en gasolina para el proyecto socialista constituye un enorme reto.

"El primer reto es unir al partido hasta en lo emocional. Recomponer afectos. Va a ser tarea dura. Toca modernizar la idea de la socialdemocracia. Hay que dar un salto cualitativo en el proyecto y montar equipos creíbles y solventes". Quien así habla es uno de los portavoces del susanismo en esta campaña que sabe de primera mano la inquina que ha unido al establishment socialista en torno a Díaz.

"Quizá Susana se esté arrepintiendo en estos momentos de no haber hecho caso a la vieja guardia que le aconsejó que contemplara entregar sus fuerzas a Patxi, cuando se conocieron los avales de Sánchez, para no resultar derrotada. Ya no es momento de analizar lo que se debió haber hecho, sino de lograr que cualquiera se sienta necesario", reflexiona una ex ministra que ha apoyado al secretario general.

"El asunto es peliagudo, porque gente como Edu Madina, entre otros, está llena de resentimiento"

Los miembros destacados de cada equipo, a los que hemos preguntado por los retos de Sánchez, coinciden en que recuperar el espacio que se ha comido Podemos y dejar de boicotearse internamente son dos de las principales. "Hay que recuperar tres millones de votos. No tendría sentido haber montado todo esto para seguir siendo la segunda fuerza, peleándonos con Podemos", apunta un exministro afín al nuevo secretario general.

En las filas de Patxi López temen la respuesta del grupo parlamentario y saben que Sánchez les necesita para paliar la tensión tanto en el Congreso como en el partido. "El asunto es peliagudo, porque gente como Edu Madina, entre otros, está llena de resentimiento. Los que hemos estado con Patxi somos los más recuperables porque nos llevamos bien a nivel personal y porque hay que constituir una nueva ejecutiva", expone una de las mejores cabezas de su candidatura.

"A corto plazo, además, Pedro tiene un reto brutal, y es cómo monta un equipo en dos semanas. En dos meses tiene que decidir qué hace con los barones regionales que le han negado. A medio y largo plazo, tiene que recuperar votantes, aunque para ilusionar a jóvenes, clases medias y urbanitas, Pedro lo va a tener mejor que Susana", afirma otro afín a López.

"Esta misma semana empieza la elección de delegados en las agrupaciones y habrá las primeras escaramuzas"

La fuga de afiliados, que unos como otros aventuraban que se produciría si ganaba Díaz, ya no tendrán lugar, tal y como señala el equipo del secretario general. Lo que se pretende manejar como un activo para recuperar la ilusión, que en parte ha derrochado Podemos desde que llegara al Congreso. "La reconstrucción del partido empieza desde abajo, desde las agrupaciones locales y las autonómicas. Será más fácil la integración así que desde arriba, repleta de personalismos", reconoce la ex ministra.

"Esta misma semana empieza la elección de delegados en las agrupaciones y habrá las primeras escaramuzas. En el Congreso no se elige al secretario general, pero sí a la Ejecutiva, segundo momento duro. Aunque los barones primero tendrán que dar explicaciones ante sus militantes porque salen muy tocados", dice uno de las personas de confianza de Sánchez.

En cuanto a la moción de censura que propone Podemos, existe casi unanimidad en que el estrenado líder socialista tiene que construir un papel, que en ningún caso implica avalar a Pablo Iglesias. "Tiene que erigirse en líder de la izquierda y llevar la iniciativa. No se puede permitir ser el socio de Podemos, un partido cuyo objetivo es ocupar el espacio del PSOE", dice uno de los ex colaboradores de Sánchez en su anterior etapa.

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