We are Noctem, from Spain

We are Noctem, from Spain

Al ver actuar en Polonia al grupo español Noctem, pensé en que se parecen mucho a esos miles de jóvenes españoles que han emigrado de España y viajan dando lo mejor que tienen sin importarles las condiciones que haya que sufrir en aras a conseguir un objetivo claro: una vida mejor.

De haber sido hace unos años, al caminar por las calles de una ciudad centroeuropea y encontrarnos un grafiti como el de la foto, habríamos pensado que se trataba de un mensaje de motivación:" Tú podrías ser España". Lo cierto es que ya no lo es. Ahora es una amenaza. Nadie quiere ser como España, porque su marca está bajo mínimos.

Este otoño tuve la suerte de ver en directo a Noctem, un grupo valenciano de metal extremo, durante su última gira europea. Me pareció encomiable cómo preparan sus conciertos. Cuidan hasta el más mínimo detalle la puesta en escena para conseguir que sus espectadores no permanezcan indiferentes. Hasta las lentillas que llevan durante los directos tienen esa finalidad. Y no les importa si actúan ante doscientas personas en un pequeño club polaco o ante miles en un festival alemán. Todos los conciertos los preparan con la misma intensidad y actúan de la misma manera. Y cuando se presentan, no omiten su origen. Sus espectadores salen de sus conciertos con la impresión de haber visto un gran trabajo de un grupo español. Pero lo que no saben es la cantidad de horas de autocar, de comidas frías a deshoras, la falta de sueño, etc. que acumulan durante una gira. Pero de esta manera, poco a poco pero con paso firme, se están haciendo un hueco en el mundo y empiezan a recoger los frutos en forma de reconocimiento unánime a su trabajo.

Al verlos actuar, pensé en que se parecen mucho a esos miles de jóvenes españoles que han emigrado de España y viajan dando lo mejor que tienen sin importarles las condiciones que haya que sufrir en aras a conseguir un objetivo claro: una vida mejor, más rica en experiencias y más desahogada económicamente. Es decir, un futuro mejor que no podrán conseguir permaneciendo en su país de origen.

Son estos jóvenes, y no tan jóvenes, los que, con su trato diario con personas de diferentes nacionalidades y dando lo mejor de sí mismos, conseguirán que el grafiti de la foto se vuelva a entender de manera positiva. Porque la marca España no es solo la de los grandes nombres y la de las desastrosas políticas gubernamentales, sino también la que construimos todos los españoles que residimos alrededor del mundo con nuestro trabajo silencioso.