La inminente epidemia de yatrogenia

La inminente epidemia de yatrogenia

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La yatrogenia pertenece al lado oscuro de la medicina y se define como el daño involuntario derivado de cualquier procedimiento o intervención sanitaria. Desgraciadamente es inevitable y ha ido en aumento a medida que, con el paso de los años, cada día se realizan más consultas médicas, más pruebas diagnósticas y se dispensan más tratamientos de todo tipo. Por otro lado, los medios técnicos son cada vez más poderosos y el catálogo de cirugías, quimioterapias, pruebas invasivas o fármacos potencialmente tóxicos aumenta.

En los últimos años, las empresas innovadoras están invirtiendo muchos recursos en machine learning, deep learning e inteligencia artificial. Están a punto de salir al mercado algoritmos capaces de diagnosticar lesiones en la piel o ser aplicados para interpretar pruebas de imagen médica. Las aplicaciones para móvil que ahora existen para seguimiento y control de verrugas o lunares son muy básicas, pero ¿imaginan qué pasará cuando todos tengamos una App capaz de hacer diagnósticos fiables de lesiones de piel? Efectivamente, todo el mundo la usará y provocará por un lado oleadas de consultas a médicos generales y dermatólogos y, por otro, grandes cantidades de biopsias.

Los médicos sabemos que un exceso de pruebas condiciona falsos positivos, una porcentaje de esas biopsias serán informadas como patológicas sin serlo (quizá por otro algoritmo digital) y obligarán a nuevas cirugías que, por definición, no serían necesarias.

La tecnología no va a prescindir de los médicos humanos, los va a reposicionar, tendrán mucho más trabajo. Lo que sí parece innegable es que un tsunami de yatrogenia está a las puertas si seguimos la sencilla secuencia lógica: deep learning + inteligencia artificial > mejora diagnóstica y mayor número de pruebas > aumento de falsos positivos > aumento de yatrogenia.

Sería bueno que desde el sistema sanitario alguien fuera reflexionando sobre estas tontas ideas que se le ocurren a un médico de pueblo.