Evacuados por el incendio y en 'shock': "No sabemos qué encontraremos al volver"

Evacuados por el incendio y en 'shock': "No sabemos qué encontraremos al volver"

Varios vecinos de la zona afectada por el fuego de Villanueva de Viver cuentan a El HuffPost cómo están viviendo unas horas críticas reubicados a la carrera donde han podido.

Bomberos de la Comunidad Valenciana trabajan en la extinción del incendioBOMBERS GENERALITAT VALENCIANA

Los peores presagios se cumplieron: el fuego vuelve a quemar miles de hectáreas de monte y a poner en riesgo a miles de vecinos. La escena tan cruel como habitual el pasado verano en numerosos puntos vuelve a vivirse al borde de la frontera entre Castellón y Teruel. 

El incendio forestal declarado en Villanueva de Viver sigue sin control, con más de 3.800 hectáreas calcinadas, y ha obligado a 1.500 personas a abandonar sus casas y negocios a toda prisa, sin la menor certeza de qué puede pasar en unas horas o mañana. Las cifras apenas aguantan sin actualizarse, mientras grupos de emergencias y bomberos trabajan sin descanso.

Ubicados donde han podido recogerse, una casa familiar, con amigos de otros pueblos, varios vecinos del entorno explican a El HuffPost cómo viven una situación por ahora sin control. 

Vicente es el propietario del bar del pueblo en Fuente de la Reina. Cuenta, desde una población cercana pero fuera de peligro, que “las vistas que tenemos desde un observatorio nos permiten vigilar la situación”. 

Nos avisaron para que cogiéramos una muda y lo más básico, así que agarramos cuatro prendas, al perro, al gato y listo. No dio tiempo a más
Clara, vecina de Arañuel, población evacuada

Recuerda momentos de tensión en la evacuación, efectuada el jueves por la tarde. “Dijeron que había que salir ya”, confiesa, lamentando que “los agentes no tuvieron demasiados modales; yo entiendo la urgencia de un plan de evacuación pero los vecinos merecemos un respeto también”.

Eva también es propietaria de un bar, en su caso en Montán, algo más al sur. Allí la Guardia Civil dio orden de evacuar pasada la medianoche, previo aviso por megafonía. “Nos informaron de que a los mayores de la residencia se los llevaban a otros centros en pueblos de la zona, que quienes tuviésemos segundas residencias que fuésemos a ellas y para quienes no tuvieran plan b, habilitaron autobuses con dirección a un polideportivo de Segorbe”.

Clara es la propietaria del obrador Trigo Salvaje de Arañuel, una más de los pequeños municipios despoblados a la carrera. Ella esperaba que llegara el momento, vistas las noticias. De hecho, recuerda, "estuvimos esperando toda la tarde y recibimos el aviso de que preparásemos las cosas por si acaso hasta que llegó la Guardia Civil sobre las 11". "Pusieron autobuses por si eran necesarios, pero todo el pueblo nos organizamos en coche".

Antes de salir, un mandato sin precisión: "Que cogiéramos una muda y lo más básico, así que agarramos cuatro prendas, al perro, al gato y listo. No dio tiempo a más". 


Enchufados al WhatsApp y a la televisión

Información. El elemento al que agarrarse en estas horas de incertidumbre. Explican los tres vecinos que llega, pero no con la fluidez con la que les gustaría. Clara cuenta que está en un grupo de WhatsApp donde hay varios alcaldes de pueblos aún sin evacuar. “Hablan del viento como principal preocupación”.

Comparten diagnóstico Vicente y Eva. El primero señala, desde su ubicación más elevada, que “hoy, el aire ha cambiado y como no hay humedad ni lluvias, es peor, aunque al menos no hace mal tiempo del todo”. “El problema es que han dejado coger muchos frentes al incendio, y entre lo que se quema y el humo, hay muchos afectados”.

Mapa del entorno afectado por el incendio de Villanueva de Viver

“Quisiéramos tener más información, eso nos falta, a través de los políticos y de nuestros alcaldes, que también están para eso”, añade notablemente contrariado el propietario del bar de Fuente la Reina.

Eva confiesa su miedo por “el viento de poniente, que ahora puede ser peor”. “No llueve ni de casualidad y como el aire mueve más rápido el fuego, ya ha saltado al barranco. De momento recibimos las informaciones que da el ayuntamiento en sus redes y poco más de lo que vemos por nosotros mismos”.

Un “shock” imposible de evitar

Los tres entrevistados lo llevan “como pueden”, dejan caer al hablar con El HuffPost. Pero de sus palabras se extrae una conmoción que durará, posiblemente, hasta que el fuego quede extinguido. 

“Es que ha sido todo tan inmediato… ayer se declaró en incendio y en unas pocas horas empezaron los desalojos, esta sensación de shock la tenemos todos”, lamenta Clara desde su refugio temporal por la zona de Onda, al este del área en riesgo.

El problema es que han dejado coger muchos frentes al incendio, y entre lo que se quema y el humo, hay muchos afectados
Vicente, vecino de Fuente la Reina, otra localidad evacuada

Ella, como Vicente, Eva y otros cientos y cientos de personas han dejado atrás sus casas, sus negocios y muchas de sus propiedades. Precisamente Eva reconoce su preocupación porque “nosotros además del bar del pueblo tenemos fincas en el entorno y no sabemos qué vamos a encontrar al volver”.

De momento, solo queda esperar, seguir conectados a cualquier vía de información y mirar al cielo, mientras sobrevuelan los medios aéreos para luchar contra el que ya es el peor incendio en lo que va de 2023 en España.

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Miguel Fernández Molina (Sabiote, Jaén, 1987) es periodista licenciado por la UCM. Trabajó ocho años en el medio digital 'Mundotoro' antes de llegar a 'El HuffPost', donde ejerce de responsable de cierre y escribe sobre deporte, internacional y política, entre otros campos.