Si Merkel no actúa, el AfD podría gobernar en Alemania

Si Merkel no actúa, el AfD podría gobernar en Alemania

Durante bastante tiempo, un gran número de alemanes se han sentido abandonados por el sistema. Trabajan duro y, aun así, no pueden ahorrar para la familia. Cada vez hay más alemanes que no se creen la afirmación repetida hasta la saciedad de que Alemania es un país rico.

BERLIN, GERMANY - SEPTEMBER 19: Frauke Petry, co-head of the Alternative fuer Deutschland (AfD) political party, arrives to speak to the media the day after Berlin state elections on September 19, 2016 in Berlin, Germany. The city of Berlin, whi...Thomas Koehler via Getty Images

Durante los últimos meses, el proceso político en Alemania se ha convertido en una rutina. El partido Alternativa para Alemania (AfD por sus siglas en alemán) gana unas elecciones y la oposición y la prensa atribuyen la victoria a la crisis de refugiados.

La decisión que tomó Merkel de permitir la entrada de más de un millón de refugiados e inmigrantes a Alemania se ha convertido en un imán político. Sus críticos han atribuido las malas políticas al auge del nacionalismo de extrema derecha.

Sin embargo, hay otros factores presentes en el cambiante panorama político alemán. Durante bastante tiempo, un gran número de alemanes se han sentido abandonados por el sistema. Trabajan duro y, aun así, no pueden ahorrar para la familia.

Cada vez hay más alemanes que no se creen la afirmación repetida hasta la saciedad de que Alemania es un país rico. Según un estudio que realizó el Instituto de Investigaciones Económicas alemán, el 40% de los alemanes no gana suficiente dinero como para ahorrar para el futuro.

A pesar de la cantidad de políticos que mantienen que el crecimiento económico es estable, Alemania ha sufrido un ayumento en la desigualdad salarial durante los últimos años. En Alemania, de las 40.000 personas identificadas como "súper ricas", casi un 20% son millonarios. Muchos tienen la sensación de que la economía es como una lotería en la que perdieron la esperanza de ganar hace mucho tiempo.

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Casi 2 millones de niños viven sumidos en la pobreza

La desigualdad creció durante los mandatos de Gerhard Schröder, el anterior canciller, y de Angela Merkel, su sucesora. Actualmente, según un estudio publicado hace poco por la Bertelsmann Foundation, casi 2 millones de niños viven en la pobreza en Alemania. Los últimos resultados indican un aumento de 52.000 desde 2011. Una de cada cuatro familias ni siquiera tiene el suficiente dinero como para permitirse unas vacaciones cortas.

También ha aumentado el número de alemanes que no pueden vivir de sus pensiones y ahorros. En 2014, casi medio millón de ancianos dependían de la seguridad social, lo que significa que el Gobierno tuvo que aumentar el importe de las pensiones para equipararlas al nivel de las prestaciones por desempleo.

Además, la promesa de que "cualquiera puede hacerlo" se recibe con burla, ya que cada vez más personas trabajan hasta que no pueden más. Muchos alemanes se enfadaron cuando Schäuble, el Ministro de Economía alemán, propuso una subida de 2 euros en la ayuda que proporciona el Gobierno alemán por tener niños mientras que, al mismo tiempo, se destinaban millones de euros a la ayuda a los refugiados.

Este incremento equivale a dos potitos

Las clases media y baja han tenido que recortar gastos una y otra vez. Aun así, no hay ningún líder político que les diga que les diga "sí se puede" ni que les regale grandes sumas de dinero.

Si un padre va al supermercado y comprueba que esos 2 euros de más apenas son suficientes para comprar dos potitos, es normal que no alabe al Gobierno actual.

Cuando gran parte de la población ha perdido la fe en los partidos del sistema, la situación puede acabar en una crisis.

A muchos no les sorprende que no todo vaya sobre ruedas en Alemania. Lo que sí es nuevo es que ahora haya millones de ciudadanos frustrados que tengan una nueva manera de descargar la frustración.

En algunas zonas, casi un tercio de los votantes ha dado la espalda a los partidos del sistema

Antes, un gran número de ciudadanos que dependían de la seguridad social votaban al partido Die Linke (La Izquierda). Sin embargo, cada vez hay más gente de este grupo que no va a votar porque, desde su punto de vista, los trabajadores que buscan la igualdad en Alemania, pero tienen opiniones conservadoras en otros asuntos, llevan mucho tiempo sin contar con un voto representativo.

Hoy en día, muchas de estas personas votan al AfD. La Izquierda sigue siendo fuerte en muchas partes de Alemania, especialmente en las zonas con una economía más débil. En el estado federado de Sajonia-Anhalt, más de un 40% de los votantes se decanta por AfD o por La Izquierda, mientras que en Mecklemburgo-Pomerania Occidental un tercio de los votantes reparten sus votos entre esos dos partidos. En Berlín, La Izquierda es el partido más fuerte. Pero eso no ha impedido que el AfD obtuviera escaños en las elecciones del estado.

En el distrito Marzahn-Hellersdorf de Berlín, un 54,4% de los votantes apoyaron a La Izquierda o al AfD. Únicamente un 30% de los votantes de la zona este de Berlín votaron a favor del SP, CDU, los verdes y FDP; los partidos que han controlado el Bundestag y casi todos los Gobiernos locales durante varias décadas.

Cuando gran parte de la población ha perdido la fe en los partidos del sistema, la situación puede acabar en una crisis. Es evidente que hay millones de alemanes que ya no creen en los principios de una economía social de mercado.

Las familias trabajadoras necesitan más ayudas

La coalición que forma el Gobierno actual debe actuar inmediatamente. Gracias a la gran cantidad de ingresos fiscales y a los bajos tipos de interés, hay dinero suficiente para crear un programa de desarrollo y de apoyo a las familias.

Cualquier persona que trabaje y tenga hijos debería recibir una ayuda del Gobierno en forma de desgravaciones de impuestos o de cotización a la seguridad social. Y, lo que es más importante, estas ventajas deben llegar a los millones de padres solteros que pasan dificultades económicas.

El Gobierno debería invertir más en guarderías, colegios y servicios sociales. Eso podría hacerse si el Gobierno escuchara a la gente y no al sector financiero. Por ejemplo, una buena forma de empezar sería crear un "euroimpuesto" sobre las transacciones financieras que supondría un ingreso adicional de 45.000 millones de euros para Alemania. Desgraciadamente, Merkel no ha mostrado mucho interés en este tema.

Si el Gobierno continúa en la misma línea, se va a topar con una desagradable sorpresa más pronto que tarde.

Si el Gobierno continúa en la misma línea, se va a topar con una desagradable sorpresa más pronto que tarde. Tanto las personas que tienen trabajo como los desempleados ya votan al AfD. El partido ha cambiado hace poco de opinión en muchos aspectos sociales y políticos. Si los integrantes del partido a favor del estado del bienestar ganan a la facción económicamente liberal, el AfD puede seguir en la segunda posición incluso si se resuelve la crisis de refugiados. En muchos lugares del país puede hasta convertirse en el principal partido.

La canciller Angela Merkel y el vicecanciller Sigmar Gabriel deben abandonar la palabrería para pasar a la acción.

Este post fue publicado originalmente en la edición alemana de 'The Huffington Post' y ha sido traducido delinglés por Irene de Andrés Armenteros.