Sobre bulos y trolas dentro y fuera de Internet

Sobre bulos y trolas dentro y fuera de Internet

Fraudes, suplantación de personalidad, intromisión al honor, pederastia, exaltación del racismo y la xenofobia y cualquier maldad que los humanos son capaces de hacer en el mundo físico, tienen su espejo en Internet.

Sobre la transmisión de bulos, bolas y trolas en Internet (Hoax, en sus siglas inglesas) se ha escrito mucho... y mal, y en el mejor de los casos para desacreditar la libertad de comunicación que Internet ofrece a miles de millones de personas que en todo el mundo lo utilizan. En definitiva, para hacer valer el argumento de que tanta información en manos de personas normales no puede ser bueno y los hoax es buena muestra de ello.

Como si los bulos, las bolas y las trolas fueran un fenómeno nacido y auspiciado por Internet, tesis que se retroalimenta sola, sin duda, por la facilidad con que se difunde y comparte la información, además como el internauta no es un sujeto pasivo de la información y a diferencia de los medios tradicionales se convierte en su emisor, Internet se convierte en la herramienta fundamental para la comunicación personal y socioprofesional donde lo políticamente correcto pierde el control.

Y es cierto, prácticamente toda nuestra cultura está digitalizada y disponible, una cantidad de información imposible de cuantificar corre por la red, compartida y al alcance de millones de personas, los bulos, las bolas, y las trolas también.

Hemos podido saber que en Internet el origen de esta información no fiable suele ser delictivo, y es dañino para las personas, las empresas y las instituciones y no pocas veces es una excusa con ánimo de lucro de personas y organizaciones que consideran que este medio nuevo es un nuevo medio idóneo para delinquir y aprovecharse de la buena fe de todos. También de la gente honesta que muchas veces bastante tiene con aprender cómo funciona esto y para que le sirve.

Así las cosas el fenómeno se convierte en una lacra para el desarrollo positivo de la Red. Tengan en cuenta que los actuales habitantes de este nuevo medio estamos cogiendo cierta consciencia de que estamos escribiendo la primera página de la historia de esta fenomenal y sorprendente forma de comunicación mundial, y estamos dispuestos a enfrentarnos a los problemas, incluso a los delitos que surgen: fraudes, suplantación de personalidad, intromisión al honor, pederastia, exaltación del racismo y la xenofobia y cualquier maldad que los humanos son capaces de hacer en el mundo físico, tienen su espejo en Internet.

Aunque en Internet también actúa la policía que hace cumplir las leyes que son las mismas en el mundo físico y virtual y tenemos jueces que nos garantizan nuestros derechos como ciudadanos en este nuevo mundo, los que vivimos en la red y fomentamos el buen uso de ella, vemos que los internautas tenemos un medio de comunicación que utilizado colectivamente nos permite avisarnos y defendernos colectivamente de muchos de estos ataques. Conviene reflexionar sobre la importancia sociológica de la convivencia online y las posibilidades de autodefensa colectiva ante todo tipo de peligros. Porque no todo lo que reluce es oro.