¿Qué dice tu forma de caminar sobre tu personalidad?

¿Qué dice tu forma de caminar sobre tu personalidad?

La forma de caminar dice mucho del estado de ánimo, de la salud, pero también de la personalidad. 

La forma de caminar es un reflejo de tu personalidadGetty

La forma de caminar dice mucho de nuestra personalidad. Gestos como tener una zancada más o menos larga, andar a la velocidad de la luz o a ritmo de tortuga e incluso la posición de los pies está hablando de cómo son las personas, cómo se sienten y qué rasgos de personalidad les definen. 

Una investigación publicada en la revista Social Psychological and Personality Science definió la relación entre rasgos de personalidad habituales como la amabilidad, la apertura a nuevas experiencias, la inestabilidad mental, la extroversión y la velocidad a la hora de caminar. 

Los resultados del estudio, realizado a un 15.000 personas de edades comprendidas entre los 25 y los 100 años, evidenciaron claras coincidencias entre la mayor o menor rapidez al caminar y la personalidad de los participantes. 

Tu personalidad por tu forma de caminar 

De este modo, los participantes que caminaban rápido obtuvieron puntuaciones bastante elevadas en rasgos como la extroversión, la conciencia de las cosas y la apertura a  experiencias. Este tipo de andantes son los que se podrían definir como 'culo inquieto', siempre dispuestos a hacer cosas nuevas, que brote la imaginación y abrirse a nuevos mundos. 

Por otro lado, los participantes que caminaban más lento presentaban índices más elevados en estabilidad emocional. Esta forma de lenguaje corporal hace ver a los demás que son personas seguras y confiadas en sí mismos. No obstante, desde el plano negativo, también comparten ciertos atributos neuróticos. 

Otros estudios sobre la personalidad y el modo de caminar

La correlación entre los rasgos de la personalidad ha sido objeto de estudio desde ya el siglo XX. 

Estudiosos en la materia definieron que tanto los hombres como las mujeres que caminaban dando pequeñas zancadas y con ligeros y lentos balanceos tanto de piernas como de pies eran visto como más vulnerables.