El encanto de bohemios, magos, vagabundos y nómadas en la literatura
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El encanto de bohemios, magos, vagabundos y nómadas en la literatura

Cartel de Toulouse Lautrec.AOL

"Ésta es la nostalgia: morar en la onda / y no tener patria en el tiempo": Rilke.

"Iba por ahí, con las manos metidas en los bolsillos rotos;": Rimbaud.

"Yo soy Gaspar. Aquí traigo el incienso": Rubén Darío.

"En ninguna / parte / de la tierra / me puedo / arraigar": Ungaretti.

La peregrinación del espíritu de versos y literatura como esta arribaron este jueves por la tarde al hotel Formentor, ocuparon sus habitaciones, bajaron a sus jardines y por la noche descendieron hasta su playa de suave rumor.

Fue el comienzo de una colonización a cargo de más de setenta escritores, editores, agentes literarios, críticos y expertos que hasta este domingo 24 de septiembre celebran la décima edición de las Conversaciones de Formentor. Este año bajo el título Bohemios, magos y vagabundos. Figuras errantes del imaginario universal, organizadas por la Fundación Santillana y patrocinadas por el hotel Barceló Formentor.

Lo hace en el lugar de siempre. A orillas del Mediterráneo donde nacieron a comienzos de los años sesenta con autores como Beckett, Borges y Semprún. Luego fueron recuperadas en 2008 y desde entonces cada año se ha elegido un tema alrededor del cual los autores hablan, reflexionan y debaten. Más de 300 han pasado por allí con temas como Geografías literarias, Máscaras del Yo, Grandes personajes de la literatura o Maldad, perfidia y espanto en la historia de la literatura.

En medio de estas conversaciones literarias un nómada del mundo y del mundo de la literatura recibirá el Premio Formentor de las Letras 2017: Alberto Manguel. El narrador y ensayista, nacido en Buenos Aires y nacionalizado canadiense, es el actual director de la Biblioteca Nacional de Argentina. El galardón que reconoce la obra y la trayectoria de los autores que prolongan la tradición literaria europea está dotado con 50.000 euros y es patrocinado por la familia Barceló, propietaria del Hotel Formentor de Pollença (Mallorca) y la familia Buadas, propietaria del mismo durante muchos años y que dio origen hace más de medio siglo a esta cita con la literatura.

Son tres días en los que esas setenta personas hablarán sobre obras literarias y personajes que incluyen los temas de las conversaciones. Desde Alberto Manguel que se referiría a Veinte mil leguas de viaje submarino, de Julio Verne, y Juan Gabriel Vásquez que recordará El paseo, de Robert Walser; hasta Andrés Rábago, El Roto, que recordará El París de Kiki. Artistas y amantes 1900-1930, de Billy Klüver y Julie Billy, o Andreu Jaume que hablará de Enrique IV, de Shakespeare, y Marina Perezagua que traerá a uno de los mayores representantes de todo este tema: Henry Miller y su Trópico de cáncer.

Mientras empieza la peregrinación a esos mundos narrativos, WMagazín abre su cobertura con las voces de cuatro poetas que vivieron y/o cantaron a los bohemios, vagabundos, magos y nómadas. Porque ellos mismos estaban hechos de un poco de cada uno de estos personajes.

Bohemios: 'Mi bohemia (Fantasía), de Arthur Rimbaud

Iba por ahí, con las manos metidas en los bolsillos rotos;

hasta tal punto mi gabán se volvía ideal;

caminaba bajo el cielo, ¡oh Musa!, y era tu vasallo.

¡Hay que ver! ¡Cuántos amores espléndidos he solado!

Mi único pantalón tenía un hermoso agujero.

Pulgarcito soñador, desgranaba en mi trayecto

algunas rimas. Mi albergue estaba en la Osa Mayor.

En el cielo, mis estrellas tenían un suave frufrú.

Y yo las escuchaba, sentado al borde los caminos,

aquellas gratas noches de septiembre en que sentía gotas

de rocío por la frente, como un vino reconfortante;

en que, rimando en medio de fantásticas sombras,

estiraba, como si fuesen liras, las gomas

de mis zapatos heridos, ¡a un palmo de mi corazón!

  • Arthur Rimbaud (Francia, 1854-1891)

Nómada: 'Poemas tempranos', de Rainer Maria Rilke

Esta es la nostalgia: morar en la onda

y no tener patria en el tiempo.

Y éstos son los deseos: quedos diálogos

de las horas cotidianas con la eternidad.

Y eso es la vida. Hasta que de un ayer

suba la hora más solitaria de todas,

la que sonriendo, distinta a sus hermanas,

guarde silencio en presencia de lo eterno.

  • Rainer Maria Rilke (República Checa, 1875-1927)

Magos: 'Los tres reyes magos', de Rubén Darío

-Yo soy Gaspar. Aquí traigo el incienso.

Vengo a decir: La vida es pura y bella.

Existe Dios. El amor es inmenso.

¡Todo lo sé por la divina Estrella!

-Yo soy Melchor. Mi mirra aroma todo.

Existe Dios. Él es la luz del día.

La blanca flor tiene sus pies en lodo.

¡Y en el placer hay la melancolía!

-Soy Baltasar. Traigo el oro. Aseguro

que existe Dios. Él es el grande y fuerte.

Todo lo sé por el lucero puro

que brilla en la diadema de la Muerte.

-Gaspar, Melchor y Baltasar, callaos.

Triunfa el amor y a su fiesta os convida.

¡Cristo resurge, hace la luz del caos

y tiene la corona de la Vida!

  • Rubén Darío (Nicaragua 1867-1916)

Vagabundo: 'Vagabundo', de Giuseppe Ungaretti

En ninguna

parte

de la tierra

me puedo

arraigar.

A cada

nuevo

clima

que encuentro

descubro

desfalleciente

que

una vez

ya le estuve

habituado.

Y me separo siempre

extranjero.

Naciendo

tornado de épocas demasiado

vividas.

Gozar un solo

minuto de vida

inicial.

Busco un

país inocente.

  • Giuseppe Ungareti (Italia, 1888-1970)

Versos de Rimbaud, Rilke, Darío y Ungaretti que recuerdan que todos hemos sido en algún momento bohemios, magos, vagabundos, nómadas o seres errantes. Es el resquicio del cerebro para ir en busca de lo lúdico y lírico, de explorar en la extraperiferia de lo convencional. Una parte soñadora, una parte melancólica, una parte ideal, una parte de cansancio, una parte de rebelde; una pulsión de cambiar, de mudar como nos ven, de dejar el Yo conocido y reconocido por otro para crear uno desde cero.

La literatura ha reflejado estas criaturas que por ella andan. Y suelen despertar simpatías entre los lectores, y algunos no tanto también.

Antes de las siete de la mañana del viernes la claridad ya estaba en Formentor, y a las ocho el sol ya se centelleaba sobre el mar. Día inmejorable para que los escritores terminaran de preparar sus ponencias en las que invocarían a bohemios, magos, vagabundos y seres errantes.

Este artículo fue publicado originalmente en la web de WMagazín, la revista literaria online dirigida por el periodista Winston Manrique Sabogal, un espacio para conversar con sosiego sobre literatura, donde él es cronista de encuentros, reportajes y entrevistas a ambos lados del Atlántico, y los lectores son los coautores, con sus lecturas y comentarios.