China: riqueza y pobreza, méritos y deméritos

China: riqueza y pobreza, méritos y deméritos

Si la persistencia en la lucha contra la erradicación total de la pobreza no se complementa con medidas para reducir las desigualdades, puede terminar siendo una lucha pírrica a la postre y ahuecar seriamente la espectacularidad de la expansión económica china de las últimas décadas.

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Foto: REUTERS

Que China ha protagonizado considerables progresos en el alivio de la pobreza, nadie lo pone en duda. Se diría incluso que ha sido el experimento más elocuente de erradicación de la miseria en el mundo. Entre 1981, año de inicio de las actuales reformas, y 2004, el número de pobres en el país se vio reducido en unos seiscientos millones de personas, cifra que equivale en torno al setenta por ciento del total de individuos que salieron de esta situación en todo el mundo. A finales de 2012, la población pobre en las zonas rurales se había reducido a 98,99 millones, más de veintitrés millones menos que el año anterior. Hoy se habla de setenta millones de pobres que deberían superar el umbral de la pobreza en 2020. Los ingresos anuales de 2.300 yuanes (376 dólares) establecen el diferencial interno en este aspecto.

Parece, no obstante, que reducir las cifras ahora no es tan fácil como antaño. En primer lugar, muchos de los pobres actuales viven en zonas de montaña, zonas desérticas y ambientes difíciles, lo cual exige la reubicación en otros entornos, una política más costosa y que, en ocasiones, entra en abierta contradicción con el apego a ciertos modos de vida asociados a la identidad sociocultural. Por otra parte, la pobreza urbana tiene otro cariz y exige una gestión diferenciada.

Asimismo, como complemento de esta realidad, China se afianza a otra escala como el país con el mayor número de multimillonarios del mundo. Según la Lista Hurun, a pesar de la desaceleración económica de China, los más ricos del país han registrado en 2014 su mejor año de la historia. China suma así 596 multimillonarios (715 si añadimos las grandes fortunas de Hong Kong, Macao y Taiwan), frente a los 537 de EEUU. En poco más de seis años, su número se multiplicó por veinte, aunque su vida no parece nada fácil a juzgar por algunos datos ofrecidos por el diario China Daily. En 2011, un multimillonario fallecía cada cuarenta días; entre 2003 y 2011, fallecieron setenta y dos multimillonarios, de los cuales quince habrían sido asesinados, diecisiete se habían suicidado y diecinueve murieron víctimas de enfermedades, mientras que otros catorce fueron condenados a muerte por determinados crímenes.....

Mejorando posiciones de manera sostenida en los últimos años, la segunda potencia económica del mundo se encuentra en la posición 91 en el Índice de Desarrollo Humano, lo cual refleja el profundo tamaño de la desigualdad estructural vigente en el país. El Índice Gini se fijó oficialmente en 2012 en 0,47 puntos, un porcentaje que no pocos expertos chinos contestan situándolo en torno al 0,61. Las diferencias de renta (según el Banco Mundial, el 1% de la gente más acaudalada en China acapara el 41,4 por ciento de la riqueza nacional) exigen reformas muy profundas ya que su persistencia y agravamiento constituyen una seria amenaza para la estabilidad política. Además de un claro sinsentido en un "país socialista".....

Las autoridades chinas relativizan las cifras más gruesas y resaltan el avance incuestionable de la clase media, pero, también en esto, los números no generan unanimidad. Evaluar su tamaño real es tan o más difícil aun que definir un consenso sobre su caracterización. Para el Crédit Suisse suma en torno a unos ciento nueve millones de adultos, superando los noventa y dos millones de EEUU. Pero los propios chinos consideran dicha cifra muy poco realista.

En resumidas cuentas, si la persistencia en la lucha contra la erradicación total de la pobreza no se complementa con medidas para reducir las desigualdades, aquella primera victoria puede resultar pírrica a la postre y ahuecar seriamente la espectacularidad de la expansión económica china de las últimas décadas.