38: una talla para dominarlas a todas

38: una talla para dominarlas a todas

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No comas. No engordes. No salgas sin maquillar. No tengas pelos en las piernas. Tampoco en el bigote, ni en los sobacos, ni en los brazos, ni en el pubis. No tengas demasiado pecho. No tengas poco pecho. No tengas granos. No seas flácida. No tengas el culo caído. Ni las tetas (las pocas que tengas o las que te hayan puesto). No seas bajita. No ocupes mucho espacio. No eches barriga. No cumplas años. No tengas canas. No luzcas pecas. No tengas manchas. Ni se te ocurra tener la piel oscura. No tengas lorzas. No tengas las rodillas gruesas. No tengas los tobillos gordos. No tengas las caderas anchas. No tengas arrugas. No muestres líneas de expresión. Mejor no te expreses. No hables. No tengas los labios finos. No te muevas demasiado. No huelas. No tengas la regla. No abultes. No pierdas la línea. No sobresalgas. No te hinches. No desobedezcas. No te pases de la raya.

38 es mucho más que una talla. Es la medida del miedo y de la vulnerabilidad. El miedo a no pertenecer y a no ser aceptada. Al contrario de lo que algunos piensan, estar dentro no es mejor que estar que fuera. Un vez entras en el juego la obsesión es no salir. Algo parecido a los "pinta y colorea", siempre dentro. La señorita 38 debe seguir dando lo que se espera de ella. 38 es un límite que te contiene, te restringe y te comprime. Que no te deja expandirte. Contén la respiración. Contrólate. No te muevas. Y te controlas. Vigilas lo que comes, lo que bebes y hasta lo que vomitas. Te pesas todos los días, no vaya a ser que la báscula suba alguna rayita. Mantener el equilibrio como si fueras una funambulista. Podrías ser una faquir y también contorsionista. Tengo que caber ahí. Poco importa que el pantalón me oprima, yo mantengo la sonrisa. Todos aplauden. Demostrar que eres capaz de controlar tu cuerpo merece admiración. Pero entre bambalinas se desdibuja la sonrisa. Yo soy mucho más que un cuerpo, pero la gente sólo ve una 38. Como si la etiqueta estuviese cosida por fuera.

No comas. No engordes. No salgas sin maquillar. No tengas pelos en las piernas. Tampoco en el bigote, ni en los sobacos, ni en los brazos, ni en el pubis. No tengas demasiado pecho. No tengas poco pecho"

Estar fuera es no pertenecer. Yo no soy esa. Soy otra, diferente pero no esa. No soy deseable, ni sexy, ni exitosa. No aparezco en las revistas. Soy invisible. Abro la Cosmo pero no estoy. Veo una peli y tampoco estoy. Enciendo la tele y no me reconozco. Sólo hay lugar para las 38. Ocupo más espacio pero se me ve menos. Me autocastigo y me culpo. ¿Por qué no soy normal? ¿Por qué yo no existo? Me veo frente ante el espejo pero los demás no. Paso de largo. Paso desapercibida. Algunos me miran pero de otra forma. Con desprecio. Con ira. Mi cuerpo les molesta. No cumple las normas, es una amenaza. ¿Cómo es posible? ¿Por qué lo haces? Eres una desagradecida. A veces llegas a sentir desprecio por ti misma. Tu cuerpo no te pertenece. No es tuyo. No te identifica. Si pudieras demostrar quién eres realmente se enterarían. ¡Algún día entraré en la 38! Utopía. Mientras tanto sigo bajando la cabeza y desdibujando mis líneas. Me desenfoco. Estiro mi camiseta para que nadie adivine lo que hay debajo de ella. Siento vergüenza.

Voy a ser una 38, pero de otro tipo de medidas. Cumplir más de 38 años, llevar más de 38 velas encendidas. 38 tartas de manzana para disfrutar en buena compañía. 38 carcajadas cuando estoy con mis amigas. 38 bostezos antes de dormir. 38 saltos de alegría. 38 puestas de sol llevo contadas (y las que quedan todavía). 38 grados al sol. 38 largos en la piscina. 38 son los libros que quiero leer este verano. 38 las canciones que pienso bailar en la pista. 38 pasos por delante. 38 lágrimas de emoción. 38 los países que a los que quiero viajar. 38 los abrazos que daría a mi abuela si aún pudiera. 38 las veces que diría "te quiero" a quienes no me atrevo. 38 copas de vino. 38 capítulos seguidos de mi serie favorita. 38, 38, 38.... ¡Cuántas cosas magníficas caben en esa cifra!