Ni de gimnasio, ni con dinero: échate un novio feminista

Ni de gimnasio, ni con dinero: échate un novio feminista

Un hombre que se declara feminista sin titubear demuestra sabe lo que significa el término (el 99% de personas que lo niegan es por desconocimiento), lo que implica que además de ser buena persona (está a favor de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres) es un tío culto que está al día de las cosas que suceden en el mundo: lee periódicos, sigue los debates y se interesa por los movimientos sociales. Si además lo admite en público, tiene doble premio, es una persona segura de sí misma que no se deja influenciar por los demás. ¿Quién no quiere alguien así a su lado?

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La insatisfacción en el amor es un must have en cualquier reunión de amigas que se precie. En plena era del Tinder, Meetic, Happn, Filtrie, Teasr, 3nder... y no sé cuántos nombres sin vocales más, no se explica que aún existan solteras y solteros frustrados por el mundo. O los filtros de afinidad son un timo, o hay algún parámetro que no estamos incluyendo en la ecuación. ¿Será el de la igualdad?

Aunque las mujeres hemos superado algunos de los traumas del amor romántico, como que sea nuestra única aspiración en la vida (ahora dirigimos empresas, viajamos, corremos maratones, invertimos en bolsa...), parece que no conseguimos que esta faceta funcione del todo bien. Tengo muchas amigas inteligentes, divertidas, independientes, emprendedoras y tremendamente atractivas que no encuentran a la persona con la que quieren construir un proyecto de vida. ¿Qué estamos haciendo mal? Probablemente, que lo estamos intentando con hombres que no han evolucionado al mismo ritmo que nosotras.

Para averiguar si Nacho_32 es un candidato apto para hacer feliz a una mujer moderna, lo mejor es ir al grano y cambiar el típico ¿estudias o trabajas? por la única pregunta capaz de desvelar todas las dudas: ¿eres feminista? Si la respuesta es sí (y Nacho_32 no tarda 10 minutos en responder, se rasca la coronilla y carraspea o se empeña en dejar antes claro lo que significa el término), felicidades, tienes delante a un hombre a tu altura.

Un hombre que se declara feminista sin titubear demuestra sabe lo que significa el término (el 99% de personas que lo niegan es por desconocimiento), lo que implica que además de ser buena persona (está a favor de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres) es un tío culto que está al día de las cosas que suceden en el mundo: lee periódicos, sigue los debates y se interesa por los movimientos sociales. Si además lo admite en público, tiene doble premio, es una persona segura de sí misma que no se deja influenciar por los demás. ¿Quién no quiere alguien así a su lado?

Si no te atraen los hombres y te gustan las mujeres, quizás lo tengas más fácil a la hora de encontrar a alguien que busque en el amor lo mismo que tú, aunque las relaciones desiguales de poder y sumisión no son exclusivas de las parejas heterosexuales.

Pero además, un hombre feminista tiene muchísimos puntos a su favor: el primero de todos, que jamás se sentirá herido o humillado por un "no", sino que entenderá y respetará tu capacidad de elegir sin desaparecer de tu lado a lo David Copperfield ¿Cuántos amigos hemos perdido así? Un hombre feminista no te quiere atada a la pata de la cama, y te anima a que salgas y tengas tu propio espacio y amistades. No se siente atacado si tú ganas más dinero, eres más inteligente o tienes más éxito, sino que para él eso es un aliciente y le atraes por ello. No se asusta por que desarrolles tu lado masculino, porque él está potenciando el suyo femenino. No te ayuda con las tareas domésticas, sino que disfruta apuntándose a cursos de cocina y preparándote su última receta. Sabe qué marca de tampones usas y la incluye en el carrito de la compra cuando se acerca la fecha. No le gustan "las mujeres", así, en general, como a Julio Iglesias, le gustas tú por ser como eres, individual y con nombre propio. Sabe que el amor implica esfuerzo y no sale corriendo en cuanto las cosas se ponen feas, sino que busca la manera de solucionarlas juntos. Sabe dar masajes, cambiar pañales, llorar y expresar sus sentimientos. Sabe escuchar, no impone, detecta igual o mejor que tú los tintes sexistas cuando vais al cine. Otro factor importante: es un buen amante porque dedica muuucho tiempo a descubrir y practicar lo que a ti, que no eres actriz porno, te hace gozar de verdad en el sexo.

Si no te atraen los hombres y te gustan las mujeres, quizás lo tengas más fácil a la hora de encontrar a alguien que busque en el amor lo mismo que tú, aunque las relaciones desiguales de poder y sumisión no son exclusivas de las parejas heterosexuales. Con la fórmula del poliamor te puede ir muy bien si tienes la suerte de encontrar un grupo de poliamores que cumplan este requisito de la igualdad, pero si las probabilidades de encontrar uno ya son escasas, multiplicar por cinco el número de relaciones frustrantes no parece a priori la mejor opción.

También hay que ser realista, que Nacho_32 sea un hombre feminista te asegura un buen punto de partida, no el éxito absoluto de la relación. Luego están los pormenores y circunstancias de cada uno, las mochilas que llevamos a cuestas y lo que ambos se lo quieran currar. Otro factor que está cambiando es el de la edad. Hasta hace poco, casarse con un hombre mayor era casi el medio de subsistencia para las mujeres que ofrecían cuidados a cambio de protección y estabilidad. Ahora que tenemos nuestra propia solvencia económica, buscamos a alguien que nos quiera y cuide al mismo nivel, y con quien podamos desarrollar otras facetas de nuestra vida. Muchas mujeres están encontrando esta complicidad en hombres más jóvenes, con mentalidad más abierta y que están dispuestos a aprender poco a poco cómo funciona esto del amor igualitario. Merece la pena darles una oportunidad. Tras derribar los muros de nuestros propios prejuicios, podemos sorprendernos y encontrar a un compañero de verdad.

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