El Gobierno calla para que Guindos coordine el mensaje con la UE

El Gobierno calla para que Guindos coordine el mensaje con la UE

EFE

Calma, o quizá sólo menos desesperación. La sensación, si se atiende a analistas y responsables políticos, es circunstancial, como la aparente paz que se respira en el ojo de un huracán. Por primera vez en una semana, la prima de riesgo cerró este miércoles por debajo de los 500 puntos básicos y el IBEX acarició los 6.500 puntos. También por primera vez, el Gobierno consiguió medir sus palabras.

Sus responsables apenas hablaron, ni en tertulias donde se hacen hipótesis sobre "los hombres de negro", ni en foros económicos donde se desmiente el Apocalipsis. Luis de Guindos, el encargado de Rajoy para dar la cara en Europa, se plantó en Bruselas para negar de nuevo el rescate, reafirmar su confianza en la deuda soberana que el Gobierno tratará de colocar hoy y pedir una tregua. "No más de 10 o 15 días", pidió en referencia al tiempo que tardarán las dos auditoras externas en cifrar el agujero multimillonario del sistema financiero español.

Por fin, los mensajes sonaron afinados con los de la Unión Europea, tras días de especulaciones. "No sabemos hoy ni las posibles necesidades de recapitalizacón", lamentó Amadeu Altafaj, portavoz comunitario de Economía. "Necesitamos cifras, claridad", algo que tardará días en llegar, según él. En el mismo sentido se pronunció Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo. "Los cálculos deben ser realistas", pidió. Y si España necesita "solidaridad", la habrá.

Además de De Guindos, sólo Alberto Ruiz Gallardón habló de economía y para desautorizar indirectamente al ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, al defender que son las medidas del Gobierno las que permitirán la financiación a precios asequibles de España y sus bancos, y no un rescate europeo que relaje las tensiones.

El PSOE también advirtió el cambio repentino en la política comunicativa del Ejecutivo. "La prensa internacional estaba hoy llena de titulares sobre nosotros y Rajoy debería haber ordenado la comunicación, algo que no ha hecho", criticó Ramón Jáuregui, diputado del PSOE y ex ministro de Presidencia. "Rajoy se comunica mal con la ciudadanía y cuando lo hace es desde Génova", lamentó.

Desde Bruselas, se agradeció la disciplina verbal que el Gobierno consiguió mantener este miércoles. "Hemos logrado una cierta sintonía en el mensaje", en palabras de un diplomático europeo en conversación con El Huffpost. "El debate se había calentado demasiado, los tiempos se habían acelerado y todavía no estamos en el punto de rescate", añadió.

Todavía.

Lo cierto es que el rescate se está ultimando.

LA INTERVENCIÓN SERÁ RÁPIDA Y QUIRÚRGICA

Se hará, muy probablemente, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, el instrumento del Estado para recapitalizar entidades bancarias. Y no será dinero a fondo perdido, pero tampoco a cambio de un draconiano programa de ajustes como el impuesto a Grecia, Irlanda o Portugal, que ha resquebrajado sus economías y paz social. Según han apuntado medios como el Financial Times, las condiciones serán "limitadas" o suaves y tendrán en cuenta que el Ejecutivo de Mariano Rajoy ya ha puesto en marcha medidas muy drásticas.

"Hay importantes citas en el horizonte, en especial el Eurogrupo" del 22 de junio, tan solo unos días antes de una cumbre de jefes de Gobierno europea. "Y cuando sepamos las necesidades concretas, tendremos que actuar muy rápido", añaden las mismas fuentes.

UN BCE CAUTO NO MATA LA ESPERANZA

Según David Cano, socio de Analistas Financieros Internacionales, "las palabras de los responsables políticos son mucho más importantes de lo que nos pensamos". Además de la contención del Gobierno, "los mercados presienten que habrá una solución", algo reflejado en el alivio parcial de ayer. "Y tan solo con el rumor, los mercados se mueven", añadió. Todo pese a que el BCE celebró su reunión mensual "sin deparar sorpresas", sin grandes inyecciones de liquidez a medio plazo ni apuntar compras de deuda soberana.

Según José Luis Martínez, estratega jefe de Citigroup en España, los mensajes de Fráncfort fueron "decepcionantes", pero en julio la institución monetaria podría rebajar los tipos de interés. Para el analista, la euforia de las bolsas tiene más que ver con algunos mensajes de intervención escuchados en el seno de la Reserva Federal norteamericana.

Para Martínez, la subasta de bonos de deuda de este jueves "tendrá demanda, aunque sea a un interés muy alto", lo que confirmará que sí hay mercado de deuda. "El secundario [el de deuda ya emitida] ha pasado a ser inexistente", algo que se refleja en la prima de riesgo. Ese es, para Cano, uno de los indicadores que mejor explica la falta de medidas del BCE. "Mientras la demanda sea alta y el Estado pueda soportarla, el BCE probablemente no actuará", razona.