"Estamos en todas partes, incluso en el PP"

"Estamos en todas partes, incluso en el PP"

Nueva York, 28 de junio de 1969, The Stonewall Inn, un bar gay en el barrio de Greenwich Village sufre una redada y la policia carga duramente contra los clientes por su condición sexual. La resistencia de estos supuso el punto de partida en la lucha de los homosexuales para que la sociedad y las leyes reconocieran sus derechos. "Por eso nosotros, el colectivo Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales, queremos conmemorar durante la semana del Orgullo Gay el día en el que se rompieron los primeros muros para conseguir la igualdad", declara en una entrevista telefónica concedida a El Huffington Post Boti García Rodríguez, activista política de 67 años y presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB).

Años de armario le impulsaron en los años noventa a luchar por su"libertad" y "por la de los demás" en la primera línea del activismo LGTB. De ahí que reconozca ser "una activista tardía pero entusiasta" que lucha para que el colectivo que defiende a ultranza tenga la mayor visibilidad posible. "Lo que no se ve, no existe. Y lo que no existe no puede revindicarse", exclama esta madrileña nacida en 1945, titulada en Filosofía y Letras y funcionaria del Estado.

A Boti le gusta recordar los incidentes del Stonewall como el punto de inflexión que marcó el antes y el después en la vida de los colectivos LGTB. "Esa noche la mayoría de los asistentes eran transexuales, un grupo que a día de hoy sufre una mayor discriminación", aunque "fueron ellos los que prendieron la mecha de la lucha por nuestros derechos".

Heredera de la tradición antifranquista, nunca le dijo a su familia cuál era su condición sexual, "aunque siempre la sospecharon". Desde joven siempre manifestó "que los rebaños de ovejas no tienen un sólo color, sino que había que pintarlas de colores del arcoiris".

Durante la entrevista repite numerosas veces la palabra "miedo". Para esta activista la realidad histórica de los gais en España es la de un grupo de hombres y mujeres "machacados y vulnerados" a nivel social y laboral. De ahí la necesidad de visualizar la realidad del orgullo y "hacer pedagogía con las nuevas generaciones".

Este sábado saldrán a recorrer las calles de Madrid las carrozas del Día del Orgullo Gay y Boti encabezará la parada junto con los pregoneros de este año, La Terremoto de Alcorcón y Fernando Tejero, para dejar constancia de sus "reivindicaciones". "Que nadie se confunda, el Día del Orgullo Gay no es una fiesta, sino una manifestación política con objetivos concretos".

Algunas de las peticiones de las diversas asociaciones de LGTB es conseguir que el Gobierno no retire las ayudas sanitarias a los enfermos de sida, la vuelta de la asignatura de Educación para la Ciudadanía en los colegios, la cual explicaba a los alumnos quiénes son estos colectivos, y que el Partido Popular (PP) retire "el recurso de la vergüenza contra el matrimonio gay". Pero se muestra tranquila, aunque firme, ante los sectores más conservadores del PP: "porque estamos en todas partes, hasta dentro de su partido". Boti hace referencia a la salida del armario de Iñaki Oyarzábal, secretario general del PP vasco, quien reconoció hace unos días su homosexualidad.

Aprovecha para arremeter contra "los carcas de la sociedad patriarcal y machista" que desprecian a aquellos que son diferentes, "porque somos distintos y estamos 'Orgullosos' de serlo" afirma con contundencia. "No podrán detenernos ni pararnos, porque ya no hay vuelta atrás: somos un hecho porque somos visibles" concluye.