Molotov: "Nosotros, si estamos en crisis, no podemos ir a los bares"

Molotov: "Nosotros, si estamos en crisis, no podemos ir a los bares"

Molotov

Micky Huidobro, bajista de la banda mexicana Molotov, no llevaba ni 24 horas en Madrid y ya se encontraba en estado de shock. "En España tienen un concepto de la crisis muy raro. Ayer llegamos y estaban todos los bares del centro de Madrid llenos hasta la madre, todo el mundo en la calle. Nosotros, si estamos en crisis, no nos podemos ir a los bares".

Han pasado 17 años desde su primer disco, pero siguen fieles a sus principios. Como estrella del rock consagrada, Huidobro y sus compañeros podrían llevar tras de sí un séquito de asistentes y dormir en hoteles de lujo. Nada más lejos de la realidad. Toman el metro en vez de un taxi para moverse por Madrid, y durante la entrevista, el bajista almuerza un sandwich vegetal y un café americano en un bar muy corriente de un barrio periférico de la capital.

El cuarteto formado por Micky Huidobro, Tito Fuentes, Paco Ayala y Randy Ebright pasó por Madrid justo antes de sumergirse en una gira de 53 fechas para presentar su último trabajo, Desde Rusia con amor, un disco en directo grabado tras su periplo en dicho país el pasado 2011. La capital española fue su parada técnica: 24 horas para disfrutar de una buena cama y un baño decente antes de volar a Bremen (Alemania), donde comenzaron el pasado 25 de julio una gira de conciertos que no acabará hasta mediados de septiembre.

Una vez allí, tampoco tenían pensado disfrutar de grandes lujos. "Vamos en un autobús once personas durante un mes y medio, la única manera de soportarlo es emborrachándose", bromeaba Ebright el día anterior a esta entrevista, durante su viaje en metro hacia la Puerta del Sol.

¿POLÍTICA? EN OCASIONES, GRACIAS

Molotov alcanzó la fama mundial con su ¿Dónde jugarán las niñas?, un álbum repleto de canciones que se convirtieron en himnos de protesta. Su tema estrella, Gimme the Power, se convirtió en un grito contra los abusos de la clase política.

Ahora siguen siendo una banda contestataria en esencia, y de hecho, su nuevo trabajo apunta "fuerte, muy rapeado y parecido al primer disco", explica Huidobro. Tienen compuestos seis temas que ya están tocando en sus directos.

En esta ocasión, el blanco de su lírica mordaz se aleja de lo político y apunta a la Iglesia, a su colección de sacerdotes pederastas, y en concreto a las tropelías del padre Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, fallecido en 2011 y acusado de múltiples abusos sexuales a niños mexicanos. "Incluso abusó de sus propios hijos. ¿Quién hace eso?", se pregunta Huidobro. El músico promete letras fuertes y crítica inteligente, pero aún les quedan otros seis temas por componer antes de entrar en el estudio de grabación.

En el terreno político, sin embargo, la banda tiende a mostrarse más prudente que en el pasado, cuando arremetía sin ambages contra los problemas de México: inmigración ilegal, abusos de poder, corrupción, manipulación informativa... Ahora se mueven con más cautela. "Hay que esperar, hablar ahorita sería calentarse por una cosa que no está realmente perfilada, o que está muy trillada. Vemos la música como algo que permanece toda la vida y nos gusta componer pensando en eso", se excusa Huidobro.

Y continúa su justificación: "La primera vez que vinimos a España la gente nos tachaba de pijos, nadie creía que tuviéramos legitimidad para protestar. Fue muy a la par de lo que pasó en Chiapas", recuerda. "Como no estábamos dentro del movimiento zapatista, no valíamos. Nos mantuvimos al margen porque sabíamos que aquello no era más que una moda para mucha gente". "Ahora los pijos son ustedes", dice, y alude de nuevo los bares atestados en plena crisis.

Y aún así, su espíritu rebelde les tira y por eso han sido protagonistas del documental Gimme the Power, del director Olallo Rubio, un trabajo que también presentan ahora y que cuestiona las décadas de gobierno del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

"La verdadera intención es mostrar nuestro país con Molotov como vehículo para contar lo que ha sido México desde 1995: su situación política, social y económica. Se habla de la represión del rock and roll, del Tratado de Libre Comercio, del movimiento zapatista... de todas las cosas que ocurrieron en ese momento".

"CHÁVEZ GOBIERNA DESDE TWITTER"

Huidobro revela su fascinación por las nuevas tecnologías como responsables de que pueblos enteros hayan salido a las calles a protestar ahora y no en 1997, cuando ellos alzaban la voz por primera vez. "Ahora las redes sociales funcionan, las mismas que hicieron que ganara Obama las elecciones de Estados Unidos, el país más rico y poderoso. Hugo Chávez prácticamente gobierna desde Twitter porque su cáncer no le permite gobernar. Las redes sociales tienen esa fuerza y a través de ellas se han derrocado gobiernos como el de Libia, Túnez o Egipto".

Sin embargo, en sus palabras se deja translucir una relación amor-odio cuando menciona a YoSoy132, un movimiento apolítico y espontáneo de un grupo de estudiantes de la Universidad Iberoamericana de México D.F. descontentos con el próximo presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.

CONTRA EL 132

Las redes sociales convirtieron en un gran movimiento de protesta ciudadano lo que había empezado como una pequeña rebelión estudiantil. Pero Huidobro se muestra escéptico y no oculta cierto desencanto: "Llama la atención que los del 132 se hayan posicionado abiertamente en contra de un político, en este caso de Peña Nieto. Luego nos dimos cuenta, cuando tuvimos un contacto más directo con ellos por el documental, de que desde el principio todo estaba muy orquestado por su contrincante del Partido de la Revolución Democrática (PRD). Se supone que es un movimiento apartidista, pero no puede serlo si se está apoyando un partido", reflexiona el músico. "Utópicamente me sigue pareciendo muy importante porque se sumó mucha gente de todo tipo de opiniones, es solo que perdió el rumbo", puntualiza.

Parecen librarse de la crítica los miembros del 15M, a quienes Molotov albergaron en un concierto en Gerona. "Tenemos buen rollo, les dejamos un cachito de escenario para que colocaran sus carteles". Sin embargo, Huidobro no parece tener muy claro el objetivo principal de este movimiento ciudadano. "Van en la onda de la antiglobalización", comenta.

Molotov parece haber enterrado el hacha de guerra, pese a que Huidobro todavía recuerda las fuertes críticas recibidas en España allá por 1997, cuando el colectivo gay arremetió contra ellos al considerar que su canción Puto era un ataque contra los homosexuales. Se lo toma con humor, como también el resto de acusaciones vertidas durante su carrera: les han tachado de satánicos, de oportunistas, y de querer llamar la atención recurriendo a palabras malsonantes...

"Es todo una tontería", asegura. "Llevamos 17 años dando guerra y la música funciona igual en Alemania que en Rusia. Será porque allí no entienden lo que decimos", añade entre risas.