Prisiones concede el tercer grado al etarra enfermo de cáncer Josu Uribetxebarria Bolinaga

Prisiones concede el tercer grado al etarra enfermo de cáncer Josu Uribetxebarria Bolinaga

EFE

La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha concedido el tercer grado al preso etarra enfermo de cáncer Josu Uribetxebarria Bolinaga.

Se trata del último paso antes de otorgarle la libertad condicional sobre la que ya tendrá que decidir la Audiencia Nacional en los próximos días.

El tercer grado penitenciario supone que el preso solo esté obligado a acudir a la cárcel para dormir por lo que esta medida no va a variar sustancialmente la situación de Uribetxebarria, ingresado en el Hospital San Sebastián por el cáncer que padece desde 2005 y que le ha producido metástasis.

El etarra fue condenado en junio de 1998 a 32 años de cárcel como responsable del secuestro más largo de la historia de la banda criminal y que mantuvo encerrado en un zulo durante 532 días al funcionario de prisiones, José Antonio Ortega Lara.

Prisiones ha pedido al centro penitenciario del que depende el preso que incorpore a dicho expediente de libertad condicional para ser sometidas al criterio del Juzgado Central de Vigilancia una serie de condiciones como el "alejamiento de las víctimas de sus delitos o de los familiares directos de éstas" y la "prohibición de participar de forma activa o pasiva en manifestaciones públicas de enaltecimiento o legitimación de la violencia, especialmente de la banda terrorista de ETA y/o hacer declaraciones de esta naturaleza, así como las que conlleven desprecio o desconsideración de las víctimas del terrorismo".

También se le prohíbe "ausentarse, sin previa autorización de la Administración Penitenciaria, de la localidad en la que fije su residencia".

MENOS DE UN AÑO DE VIDA

La decisión del Departamento de Prisiones que dirige Ángel Yuste ha adoptado esta decisión después de que el parte médico del centro sanitario pronosticase que el etarra tiene un 90% de posibilidades de morir en el plazo de un año dada su enfermedad terminal e irreversible.

Esta esperanza de vida supera holgadamente los parámetros fijados por Interior en el año 2000 para iniciar un proceso de excarcelación.

Por el momento, Josu Uribetxebarria, permanece "estable" según el último parte médico facilitado por el Hospital Donostia de San Sebastián, donde permanece ingresado desde el pasado 1 de agosto.

Desde el año 1996 son 23 los presos de la banda terrorista ETA a los que se les ha concedido el tercer grado penitenciario por motivos de salud.

La concesión del tercer grado penitenciario obedece a la normativa vigente contemplada en el Reglamento Penitenciario, que en su artículo 104.4 contempla la posibilidad de otorgar el tercer grado a un preso por razones humanitarias o por enfermedad grave.

Dicho precepto establece que "los penados enfermos muy graves con padecimientos incurables, según informe médico, con independencia de las variables intervinientes en el proceso de clasificación, podrán ser clasificados en tercer grado por razones humanitarias y de dignidad personal, atendiendo a la dificultad para delinquir y su escasa peligrosidad".

LA EXCARCELACIÓN DEPENDE DE LA AUDIENCIA NACIONAL

Una vez aprobado el tercer grado, la situación del interno vuelve a depender de la Junta de Tratamiento de la cárcel de Zaballa que en esta ocasión deberá elaborar un propuesta sobre la idoneidad de otorgarle la libertad condicional que supondría su definitivo traslado a casa.

A diferencia del tercer grado, la decisión sobre la libertad condicional depende en exclusiva del juez central de vigilancia penitenciaria, José Luis Castro, o del juez de guardia que le sustituya.

Al encontrarse Castro de vacaciones, su sustituto es el juez central de Instrucción número 1, Santiago Pedraz, quien de momento ya ha solicitado a la Clínica Forense que remita un informe en el que le detalle si el etarra Josu Uribetxeberria Bolinaga, que se ha declarado en huelga de hambre desde hace diez días para pedir su excarcelación, puede ser atendido del cáncer que padece sin salir de la cárcel.