El antiabortista Todd Akin desoye las presiones de su partido y no se retira (VÍDEO)

El antiabortista Todd Akin desoye las presiones de su partido y no se retira (VÍDEO)

El congresista republicano Todd Akin, centro de la polémica en Estados Unidos asegurar que hay "violaciones legítimas", ha reiterado que no va a renunciar a la carrera por lograr un escaño en el Senado en noviembre, pese a las crecientes presiones de su partido para que lo haga.

"Quiero dejar una cosa absolutamente clara. Voy a continuar en la carrera por el Senado", sostuvo Akin en una entrevista con el programa radiofónico del exgobernador de Arkansas Mike Huckabee.

En la entrevista Akin reiteró también su oposición al aborto sin excepciones y comentó que ha recibido apoyo de pequeños donantes pese a que organizaciones del partido y otras afines a los republicanos le han retirado el respaldo y la financiación.

"El respeto por la vida es parte de nuestra cultura. Tal vez el Partido Republicano necesita incluir eso como parte de su mensaje", reflexionó el congresista.

Además, dijo que, según un reciente sondeo del que no dio datos, todavía tiene "un punto de ventaja" sobre McCaskill.

Akin pidió perdón de nuevo en un anuncio televisivo por sus comentarios sobre la distinción entre la violación "auténtica", que, según él, muy raras veces genera un embarazo, y otros tipos que no especificó, en medio de una creciente presión de su partido para que se retire de la contienda por un escaño en el Senado.

"La violación es un acto malvado. Usé las palabras equivocadas de un modo equivocado", dice Akin el anuncio titulado "Perdón" tras haberse disculpado el lunes en otra entrevista radiofónica con el programa de Huckabee.

SE QUEDA SOLO

El candidato republicano a vicepresidente, Paul Ryan, llamó por teléfono a Akin el lunes por la noche, según la cadena NBC, y organizaciones del movimiento derechista Tea Party, hasta ahora fieles al congresista, se han sumado a las presiones para que renuncie.

El aspirante republicano a la Casa Blanca, Mitt Romney, tildó los comentarios de Akin de "insultantes e inexcusables", y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó que fueron "ofensivos".