La cárcel de Ila, cerca de Oslo, donde Anders Breivik se pasará 21 años por la matanza de Utoya (FOTOS)

La cárcel de Ila, cerca de Oslo, donde Anders Breivik se pasará 21 años por la matanza de Utoya (FOTOS)

Anders Breivik se pasará al menos 21 años a la sombra. Pero la cárcel de Ila, en las cercanías de Oslo (Noruega), parece muy luminosa. El asesino de 77 personas, condenado este viernes a la pena máxima, ya ha residido un año en el ala de máxima seguridad del centro penitenciario, que está dispuesto a acogerlo con los brazos abiertos. "Se le han facilitado tres celdas, dos de ellas convertidas a sala de ejercicio físico y de lectura y escritura. El ala tiene su propio espacio, separado, para que el prisionero se airee", según un comunicado oficial.

Cada celda mide ocho metros cuadrados y en su escritorio Breivik tiene un ordenador, aunque sin internet para evitar que se comunique con el exterior. "Es una máquina de escribir actualizada", asegura Ellen Bjercke, portavoz de la penitenciaría, en declaraciones a Associated Press.

"EL AISLAMIENTO ES TORTURA"

Pero "el aislamiento es tortura", según Bjercke. Si se considera seguro, Breivik tendrá contacto con presos vecinos y con guardias de seguridad. También tendrá acceso a la prensa y noticias del exterior y dispondrá de oportunidades para trabajar o formarse. "La idea es incrementar el contacto con el personal de la prisión que está dedicado a mantenerlo activo o hablar con él", según la portavoz. "Es un ser humano", razona la portavoz y "tiene derechos humanos", añade.

Breivik tiene previsto escribir una autobiografía en la cárcel, donde pagará tres meses por cada asesinado el año pasado en julio.

Noruega, un país que entró en shock por una catástrofe sin precedentes, ha hecho gala de su civismo en la digestión de la tragedia. Desde el primer momento, rechazó convertirse en un Estado policial para prevenir futuras catástrofes, aunque uno de los responsables dimitió al saberse que la tragedia podría haberse evitado.

Sin embargo, esa opinión no es unánime y en el debate público que siguió a la tragedia se llegó a pedir en numerosas ocasiones la pena de muerte o la cadena perpetua para él.

No obstante, la repulsa pacífica se impuso, como muestran concentraciones como la de abril en Oslo, donde miles de noruegos se reunieron para cantarle a Breivik una canción infantil en señal de protesta, que puedes ver aquí abajo.

Esta es la letra de la canción, según la traducción de Elmundo.es

Un cielo lleno de estrellas, el océano azul tan grande como lo ves, una tierra en la que crecen las flores. ¿Puedes desear algo más?

Debemos vivir juntos. Cada hermana, cada hermano. Hijos pequeños del arcoíris y de una tierra fértil.

Pero dile a todos los niños. Dile a tu padre, dile a tu madre, que ésta es nuestra última oportunidad de compartir una esperanza, un mundo.