La Generalitat elimina de su aplicación la opción para denunciar a mendigos tras miles de firmas en contra

La Generalitat elimina de su aplicación la opción para denunciar a mendigos tras miles de firmas en contra

Los mendigos ya pueden viajar tranquilos. Un mes después de su puesta en marcha, Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) ha modificado la aplicación que permitía denunciarlos a través del móvil, después de haber recibido más de 53.000 firmas en contra y haber originado un gran revuelo mediático.

La naturaleza de la aplicación, que anima a los ciudadanos a ejercer de policías en los trenes, se ganó fuertes críticas en las redes sociales y en medios de comunicación, que recordaron otras medidas similares emprendidas por el Ejecutivo catalán.

El hecho de que se cebara en los más débiles fue, no obstante, la gota que colmó el vaso. La recogida de firmas emprendida por Miquel Rubio, un ciudadano de Sagunt (Valencia) estudiante de educación social, fue recabando apoyos de manera exponencial, hasta situarse en 53.000 firmas esta semana.

FGC, sin embargo, echa balones fuera y no achaca la modificación a la presión recibida. "Es simplemente una actualización, ya se avisó que la aplicación se iría afinando para hacerla más útil", explican por teléfono a El HuffPost. Interpelados por la presión mediática y ciudadana que han recibido, el organismo dice que "la conocen, pero no ha sido una relación causa-efecto". Tampoco han querido valorar u opinar acerca de dicha presión, ya que "los directivos están de vacaciones" y el funcionamiento de la aplicación se valorará en septiembre.

Miquel Rubio, el promotor de la recogida de firmas, se muestra muy crítico con la actuación del organismo. "No tienen vergüenza", dice en conversación telefónica con El HuffPost. En primer lugar, considera que habría sido más honrado por parte de FGC reconocer que se han equivocado, en vez de modificar la aplicación "a escondidas", sin comunicarlo a nadie. También le sorprende que las vacaciones de los directivos hayan sido, durante todo el mes de agosto, un continuo obstáculo para no valorar las protestas que levantó la aplicación, pero en cambio no lo hayan sido para modificarla.

"Seguiremos protestando, la ciudadanía no es policía". Rubio no se da por satisfecho. Considera que, partiendo de la base de que los actos incívicos deben ser vigilados, esta responsabilidad no le corresponde a los ciudadanos. Además, cree que aún hay aspectos muy denigrantes en la aplicación, como por ejemplo la opción para denunciar a quien se sienta en el suelo. Rubio considera cumplido el objetivo de la primera recogida de firmas, así que ha creado una nueva. "No me parecería ético aprovecharme de las 53.000 signatura anteriores", explica. "Esta nueva petición pretende ir más allá".