Dios es un hombre: La Iglesia anglicana de Inglaterra seguirá sin ordenar a mujeres obispos

Dios es un hombre: La Iglesia anglicana de Inglaterra seguirá sin ordenar a mujeres obispos

Dios es negra. El lema fue objeto de pintadas en iglesias de medio mundo y un mantra en círculos teológicos progresistas. Reivindica justo lo contrario de lo que ocurrió este lunes en la Iglesia de Inglaterra, que votó contra la ordenación de mujeres obispo. Si Dios se identifica con los más desfavorecidos, no sería hombre, especialmente no hoy. Tampoco blanco, sino negro o de otra raza que en el orden de poder que rige el planeta es sinónimo de pobreza y marginación. Si Dios naciese hoy, sostenía el grito revolucionario, sería una mujer negra.

En Inglaterra, el lema no parece ser muy popular. Pese a que la jerarquía de la Iglesia Anglicana pedía la ordenación de obispas, la propuesta no ha conseguido la mayoría necesaria para salir adelante.

El Sínodo general de la Iglesia de Inglaterra reunido en Londres este lunes no consiguió aprobar, por solo seis votos de diferencia, una propuesta que protagoniza su agenda desde que hace 20 años se permitiera la incorporación de las mujeres al sacerdocio.

En la actualidad, un tercio de los 11.000 clérigos anglicanos en Inglaterra son mujeres pero éstas seguirá sin poder optar a los puestos más altos de la jerarquía de la que es gobernadora suprema la reina Isabel II.

DIFERENCIAS CON EL CATOLICISMO

La actitud de la Iglesia de Inglaterra contrasta con la de la iglesia católica, cuya cabeza es el papa Benedicto XVI. Mientras que en el catolicismo es fundamentalmente la jerarquía la que se opone, entre los anglicanos el voto a favor de los obispos hombres fue mayoritario. Los sufragios favorables entre obispos ingleses fueron 44 frente a solo 3 en contra y entre los clérigos hubo 148 votos a favor y 45 en contra.

Es más, el Vaticano pretende sacar partido de la apertura del anglicanismo, que pese al revés de este lunes es mayor que la del catolicismo. Coincidiendo con la visita de el Benedicto XVI al Reino Unido en septiembre de 2010, la Santa Sede anunció la creación de la Ordenación Personal en Inglaterra y Gales para los fieles anglicanos que quieran abrazar la comunión católica ante su oposición por las medidas demasiado aperturistas de los anglicanos.

El sentido del voto de este lunes también contrasta con la postura de otras iglesias anglicanas en el mundo. En esa comunión existen ya 23 mujeres obispos en activo en Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Estados Unidos y Suiza.

LÁGRIMAS DE DEDEPCIÓN

El resultado, muy ajustado como se preveía, fue acogido con lágrimas por algunos participantes en el Sínodo y calificado de "decepcionante" por los grupos reformistas que apoyaban la propuesta, a la que se oponían fervientemente los sectores más tradicionalistas.

De nada sirvió el apoyo explícito tanto del actual arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, como de su sucesor, Justin Welby, que asumirá su cargo en enero, que defendieron abiertamente la ordenación de mujeres obispos durante sus discursos ante los 468 miembros de la Iglesia de Inglaterra con derecho a voto.

Los analistas aseguran que el resultado de esta votación cuestiona la autoridad del nuevo jefe espiritual de los anglicanos, conocido por su carácter conservador aunque pragmático, y abre un nuevo periodo de división y enfrentamiento en la Iglesia de Inglaterra.

La opción de ver a mujeres en los puestos más altos de la jerarquía anglicana en Inglaterra, que apoya la mayoría de los fieles, se aleja ahora al horizonte de 2019, cuando en principio sería posible votar de nuevo sobre el asunto tras un largo proceso legislativo.

El grupo "The Women and the Church" (las mujeres en la Iglesia), que lleva años haciendo campaña a favor de la medida, calificó el rechazo de hoy como "un golpe devastador para la Iglesia de Inglaterra y la gente de este país".

JESÚS ESCOGIÓ HOMBRES

Mientras que los reformistas defendían la medida como una consecuencia lógica de la incorporación de la mujer al sacerdocio y la igualdad entre géneros, los que se oponen la califican de aberración teológica.

Los tradicionalistas recuerdan que Jesús eligió solo hombres entre sus apóstoles por lo que creen que el liderazgo de la Iglesia debe recaer en los varones.

Además, los denominados anglo-católicos argumentan que ordenar mujeres como obispos alejaría su pretensión de unirse a los católicos de Roma.

Durante años, la jerarquía anglicana ha ido posponiendo la conflictiva votación por miedo a que la medida reformista pudieran suponer un cisma en el seno de la Iglesia.

De hecho, el asunto ha hecho que muchos anglicanos hayan manifestado su intención de abandonar esta Iglesia para unirse a la comunión católica, algo que han llegado a hacer varios obispos.